Entre frecuencias se les dictaban clases de matemáticas, ciencias naturales, inglés, español y religión a los campesinos de los años 70’s en el país. Los colombianos “ilustrados y empujosos” que el general Gustavo Rojas Pinilla imaginaba en los años 50 se iban a convertir serían así gracias a la radio. En un país donde la mitad de la población colombiana vivía en el campo, y un aparato radial era el medio para acercarse al mundo citadino, se entendió que la forma de acabar con el incalculable número de analfabetos sería con una educación a distancia, pero en tiempo real.
Para hacerle un homenaje a esta escuela que cambió la vida de los campesinos hace más de 60 años, el Museo Nacional le abrió las puertas a una exposición temporal que le rinde un homenaje al importante papel que jugó la radio en el país. “Memorias del mundo campesino: escuelas radiofónicas (1947-1988), una experiencia educativa en el campo” es el nombre bajo el cual se enaltece el papel que jugó Radio Sutatenza, creador de esta propuesta formativa que funcionó desde 1947 y hasta 1988, así como también a los campesinos que se apropiaron de las herramientas que tenían a su alcance para hacerle frente a su realidad.
En la muestra, que estará disponoble por este año, se exponen testimonios de los campesinos que tuvieron la oportunidad de crecer gracias a la radio y también se pueden escuchar fragmentos de algunas de las clases que ellos tomaban. Esta es una apuesta por enriquecer el patrimonio de los colombianos y el de su población rural.