Cada uno de los eventos aquí presentados son reales.
Relato 1. Una estudiante toma una mototaxi y es atracada minutos después.
Relato 2. Un señor va manejando su carro y un mototaxista zigzagueante entre el tráfico golpea el retrovisor del carro y lo rompe. El mototaxista ni se preocupa porque sabe que se saldrá con la suya.
Relato 3. Una muchacha va manejando su carro y golpea a un mototaxista que aparece de la nada. Al ver esto, otros mototaxistas, en un acto de puro y físico vandalismo, golpean y rayan el carro con lo que encuentran.
Relato 4. Un taxista se niega a llevar a una anciana cargada con sus compras de mercado porque a este no le sirve esa ruta. Al otro lado de la ciudad, otro taxista, en un vehículo destartalado, descaradamente, cobra una tarifa muy por encima de lo estipulado. El taxista debería más bien pagarles a los usuarios que se arriesguen a subirse y tener un aviso que diga: transporte de alto riesgo, súbase bajo su responsabilidad.
Relato 5. Un taxista agrede a una mujer con siete meses de embarazo y, días más tarde, solo recibe una pírrica sanción de 644 mil pesos. Meses después, otro taxista es grabado en video agrediendo a otra mujer en embarazo frente a unos policías que no intervienen.
Relato 6. Un conductor de buseta maneja como loco a través de la ciudad compitiendo con otro sin importarle en lo más mínimo la vida de los pasajeros. Mientras tanto, otro conductor bloquea la vía a su merced en presencia de un agente de tránsito que ni se inmuta.
Relato 7. Dos conductores de carros particulares chocan entre sí y el incidente termina en una pelea, y no precisamente por la presea dorada de los juegos olímpicos.
Relato 8. Un grupo de policías se ubica estratégica y extraoficialmente para pedir dinero so pena de impartir comparendos. Por supuesto, ellos prefieren siempre la primera opción (recibir la coima).
Relato 9. Manolo, el alcalde, visita el aviario con su hijo y en menos de la mitad del recorrido, ambos, sin ningún reparo, expresan abiertamente su aburrimiento ante los encargados, menospreciando la relevancia de tal lugar en una ciudad turística como Cartagena.
Relato 10. Una pareja se encuentra cenando en un restaurante de la ciudad y escuchan, sin querer, una conversación de alguien muy allegado al alcalde afirmando que él (el alcalde) no hará nada para eliminar el mototaxismo de las vías principales, ya que no quiere problemas, y dejará entonces que sea el gobierno nacional quien lidie con eso si logran demostrar, de alguna manera, que la rentabilidad de Transcaribe y el mototaxismo son mutuamente excluyentes.
¿Sr. Alcalde, sabe usted qué tienen todos estos relatos en común? La falta de educación y de conciencia colectiva de la ciudad. Una cosa es el Manolo cartagenero y otra muy distinta el Manolo alcalde de Cartagena. El actuar del Manolo locutor cartagenero, como el de la gran mayoría de nosotros los ciudadanos, es solo una consecuencia de la desidia a la que esta ciudad ha estado sometida por décadas, sin que tenga un doliente. Nos acostumbramos a vivir entre el lodazal de lo palurdo. Por otro lado, está el Manolo alcalde, la voz del pueblo, quien tiene además la responsabilidad de ser el timonel de la ciudad y velar por mejorar la calidad de vida tanto de quienes lo eligieron, como de los que no. Esta condición hace que usted pase de ser una consecuencia a convertirse en parte de la causa. Prueba de ello es que en su mandato está usted perpetuando el statu quo. Hagamos una pequeña lista de chequeo de algunos ítems: (a) chatarrización: mal, y hasta con un cartel de chatarrización; (b) mototaxismo: mal, e incrementando todos los días con la venia de algunos concejales dueños de motos (los mototaxistas son responsables de más del 60% de los accidentes de tránsito de la ciudad); (c) malla vial: mal, solo se han dedicado a cambiar la dirección de algunas calles, pero no han hecho ni siquiera un inventario del estado de la malla vial para determinar qué hay que arreglar; (d) Transcaribe: mejorando, aunque sigue a paso de tortuga. No es casualidad que lleve más de una década desde que se iniciaron los trabajos.
En lo que va corrido de su mandato, no hemos visto más que alocuciones de tinte chabacano haciéndonos creer que es usted es uno más del pueblo. Nada de eslóganes de campaña Primero la gente. Eso no se lo cree ni usted mismo. Una porción de la población sabe que usted está ahí, pero solo de manera simbólica, dado que sus patrocinadores son los verdaderos dueños de la ciudad. En general, revisando su programa de gobierno solo se lee pura prosa. No se encuentran cifras concretas que muestren cuáles son sus metas puntuales y los indicadores de su gestión: cómo encontró la ciudad y cómo planea entregarla.
Sr. Alcalde, comparto con usted un aparte de un artículo de Mario Vargas Llosa publicado en el periódico El País de España: “Mandela es el mejor ejemplo que tenemos —uno de los muy escasos en nuestros días— de que la política no es sólo ese quehacer sucio y mediocre que cree tanta gente, que sirve a los pillos para enriquecerse y a los vagos para sobrevivir sin hacer nada, sino una actividad que puede también mejorar la vida, reemplazar el fanatismo por la tolerancia, el odio por la solidaridad, la injusticia por la justicia, el egoísmo por el bien común, y que hay políticos, como el estadista sudafricano, que dejan su país, el mundo, mucho mejor de cómo lo encontraron".