Lila Mujer es una organización de base comunitaria ubicada en el barrio Las Orquídeas, en el oriente de Cali. Aunque su trabajo se proyecta en distintos escenarios de la ciudad. La misión de Lila es trabajar por la dignificación de las vidas de las mujeres que viven con VIH.
Esta organización surge gracias a la fuerza de su fundadora, Yaneth Valencia, una lideresa que vive con un diagnóstico de VIH en una sociedad que aún discrimina y marginaliza a las personas con esta condición. Motivada por su experiencia, Yaneth decidió acompañar a otras mujeres del Oriente de Cali con diagnóstico positivo, que habitan en contextos de empobrecimiento y enfrentan violencias basadas en género.
El diagnóstico de VIH, aún 40 años después del inicio de esta pandemia, sigue siendo motivo de estigmatización, lo que genera exclusión social. En aquel entonces, las mujeres eran despedidas de sus trabajos y rechazadas por sus familias, una situación que se agravaba en un contexto de empobrecimiento y en una época en la que los derechos en salud en Colombia aún no habían avanzado significativamente. Fue en ese escenario donde comenzaron los esfuerzos de acompañamiento.
Su fundadora, Yaneth Valencia, afirma que el énfasis de Lila Mujer no está en acompañar un diagnóstico; más bien, está en acompañar a un ser humano, y esto implica trabajar en el proyecto de vida de las mujeres. Por eso, parte de su lucha está en lograr que gocen de derechos fundamentales como el empleo, la vivienda y el acceso a la salud.
Son mujeres que, en su mayoría, se encuentran en condiciones de empobrecimiento estructural, que viven el racismo y que no han tenido acceso a oportunidades educativas. Algunas, por ejemplo, no han logrado terminar su bachillerato. Por eso, las estamos acompañando para que una de las primeras metas en su proyecto de vida sea, precisamente, poder alcanzar esa formación.
Sumado a lo anterior, Leidy Prado, Coordinadora General de Lila Mujer, afirma que se necesita una sociedad sensible y comprensiva frente al diagnóstico de VIH, puesto que:
Muchas de las mujeres diagnosticadas viven desde el miedo, ya que incluso sus familias desconocen el diagnóstico debido a todo lo que esto implica. Estamos en un contexto y una sociedad que excluye y vulnera los derechos de las mujeres, especialmente de aquellas con VIH.
En ese sentido, es importante enfatizar en la necesidad de crear un modelo de atención en salud integral y diferencial, que no solo aborde el diagnóstico médico, sino también el bienestar psicoemocional de las personas. Esto resulta especialmente relevante para las mujeres afrodescendientes e indígenas que enfrentan esta condición y, además, viven en contextos de marginalización. Esto evidencia una afectación por múltiples intersecciones de género, etnia y clase social, lo que las expone constantemente a situaciones de injusticia.
Nos encontramos ante un sistema de salud negligente y deshumanizado, en el que los profesionales de la salud siguen hablando de portadoras de VIH o de mujeres contaminadas. Además, hemos encontrado casos en lo que se viola el derecho a la confidencialidad del diagnóstico. Lo que aumenta el nivel de estigma. Leidy Prado.
Debido a lo anterior, Lila Mujer se ha propuesto crear una red de mujeres afrodescendientes, indígenas, rurales y campesinas que viven con diagnóstico de VIH. Su objetivo es identificarlas y establecer acciones que contribuyan a mejorar su calidad de vida. De esta manera, Lila Mujer busca extender su trabajo a Buenaventura, Guapi, Santander de Quilichao y otros territorios del Pacífico colombiano.
Las integrantes de Lila también hacen hincapié en que es importante transcender los señalamientos para entender el contexto de un diagnóstico:
La sociedad no ve que es una niña que abusaron sexualmente, que fue un grupo armado que cometió un abuso en contra de una mujer indefensa, que fue que le hicieron una transfusión de sangre o que fue que nació con el virus, porque su mamá no sabía que tenía el virus. Sino que señala.
Por otra parte, Lila está trabajando en la construcción de un modelo de atención psicosocial que recoge su experiencia en el trabajo comunitario. Esto implica un acompañamiento individual a las mujeres y a sus redes de apoyo. Además, cuenta con un grupo de apoyo que se reúne semanalmente para abrazar y acompañar a las mujeres que viven con VIH.
Actualmente, Lila ha ampliado su trabajo a otros grupos sociales, como jóvenes, niños, niñas y adolescentes que viven con diagnóstico de VIH, así como a víctimas de violencias basadas en género y otras situaciones de vulnerabilidad.
Contamos con la Red de Jóvenes Positivas del Suroccidente de Colombia, en la que, desde hace dos años, hemos estado generando espacios virtuales, ya que sus miembros se encuentran en diferentes municipios de la región. Además, organizamos encuentros presenciales que les permiten acompañarse mutuamente. También tenemos una línea para niños, niñas y adolescentes, orientada al buen uso del tiempo libre y a la prevención de las violencias.
También es importante enfatizar que Lila tiene una línea de trabajo transversal y es la investigación popular para la incidencia política. Por eso, está en la construcción del primer Centro de Investigación popular.
Nuestro trabajo no se queda simplemente en un abordaje holístico integral con las personas, sino que también es fundamental hacer una exigibilidad de derechos. Por eso, es importante la incidencia política, que debe partir de procesos de investigación popular comunitaria.
A pesar de las barreras que enfrenta para el desarrollo de este importante trabajo comunitario, Lila Mujer continúa adelante en su misión de proteger la vida de las personas en situación de vulnerabilidad, especialmente aquellas con un diagnóstico positivo de VIH.
Que el VIH sea una apuesta de país, sea una apuesta desde la dignidad. Continuaremos luchando por las que no tienen voz o por las que no quieren hablar. Queremos lograr que los tomadores de decisiones creen las políticas públicas que se necesitan. Yaneth Valencia.
Por último, es fundamental destacar que esta organización forma parte del ecosistema de trabajo colaborativo liderado por Pacífico Task Force, que articula acciones para fortalecer la justicia étnico-racial en las comunidades afrodescendientes del Pacífico colombiano.
Este artículo fue elaborado por Pacífico Task Force a partir de testimonios obtenidos mediante entrevistas semiestructuradas a integrantes de Lila Mujer.