Las comunidades afrodescendientes que habitan en las riberas de los ríos del Chocó tienen una relación estrecha y simbólica con el río, el cual configura las creencias de las comunidades, también sus formas de habitar el territorio y cómo se entretejen las relaciones entre las personas de la comunidad.
También cabe destacar que las comunidades afrodescendientes del Litoral Pacífico, arraigadas en sus territorios colectivos y ancestrales, tienen una filosofía de vida que se refleja en la frase: “El territorio es la vida, y la vida no se vende, se ama y se defiende”. Para ellas, el territorio es un espacio sagrado en donde se desarrolla y conserva su historia, identidad étnica y cultural.
De la misma manera, es importante enfatizar que el río juega un papel central en la sostenibilidad de la soberanía alimentaria, también es un medio de transporte y un espacio para la recreación y el encuentro comunitario. En síntesis, el río es un ser central del territorio y su conservación es un símbolo de resistencia para las comunidades.
A propósito de lo anterior, Ingris Katerine Asprilla, una guardiana del río Atrato, expresa que:
Yo siempre he dicho que desde que nacemos somos guardianas del río, porque nosotros, como hemos vivido todo el tiempo en nuestro río, somos los encargados de cuidarlo, de protegerlo, de estar allí con él y de tener en cuenta la importancia que tiene el río para cada uno de nosotros. Creo que uno se queda corto para decir cuál es la conexión que, como mujeres, principalmente tenemos con el río, porque el río nos ofrece mucho, desde que nacemos, prácticamente nacemos en el río.
Por otro lado, la vida en el territorio de las comunidades afrodescendientes se ve amenazada por prácticas extractivistas como la minería, los cultivos ilícitos y la deforestación. Es allí cuando las comunidades se organizan para cuidar y defender la vida. En ese sentido, las mujeres afrodescendientes juegan un papel fundamental.
Es el caso de las “Guardianas del río Atrato”. Ellas son las voceras de los seres vivos que no pueden defenderse como las plantas, árboles, animales y otras especies que habitan en este ecosistema. El papel de las guardianas es hacer que todas las formas de vida puedan manifestarse y coexistir.
Para comprender la importancia del rol de las “Guardianas del río Atrato” es crucial reconocer sus luchas por garantizar los derechos del río, de la naturaleza y, por ende, de las comunidades ribereñas. Ellas denunciaron, de manera reiterada, las graves afectaciones al río Atrato causadas por la minería a gran escala debido al uso de maquinaria pesada y sustancias altamente tóxicas como el mercurio.
Ese es el caso de Maryury Mosquera Palacios, guardiana del río Atrato del Consejo Comunitario COCOMOPOCA e integrante del Foro Interétnico Solidaridad Chocó (FISCH), una organización articulada a la Alianza Pacífico Task Force, la cual desarrolla acciones para fortalecer la justicia étnico-racial, ambiental y de género en el Pacífico colombiano.
Maryury expresa que su vida gira en torno a la defensa territorial. Ella es enfática en afirmar que el papel de las “Guardianas del río Atrato” es garantizar la vida, y que ella tiene la responsabilidad de retribuirle al río todo lo que le ha dado en vivencias.
Particularmente, se exigía a las autoridades competentes medidas urgentes para proteger el río, sus humedales, ciénagas y afluentes, así como sus derechos bioculturales. En ese mismo sentido, en el 2015 varios Consejos Comunitarios del Chocó instauraron una tutela contra la Presidencia de la República, siete ministerios, la Agencia Nacional de Minería y otras entidades del Gobierno para salvar el río Atrato
Debido a los antecedentes mencionados, la Corte Constitucional de Colombia se pronunció a través de la Sentencia T-622 de 2016, en la que declaró al río Atrato sujeto de derechos. Esta decisión histórica ordena a las entidades gubernamentales competentes la construcción de diversos planes de acción, en conjunto con las comunidades, para solucionar la crisis humanitaria, social y ambiental.
Con respecto a la Sentencia, Yajaira Palacios Mena, guardiana del río Atrato, afirma que:
La sentencia se viene a convertir en una apuesta de desarrollo muy grande, no solo para los municipios del Atrato, sino para el Chocó en general, porque es la oportunidad de empezar a desarrollarnos a partir de lo que conocemos y de lo que somos…
Es la oportunidad que tenemos como chocoanos, como atrateños, de cambiar nuestra realidad, de movilizar una economía diferente en la que no prime la minería como hoy se está haciendo, porque en realidad la minería que se hacía ancestral era muy diferente, era amiga de nuestro medio ambiente y no nos degradaba de esta forma.
Gracias a esta sentencia se crea oficialmente la figura de guardianas y guardianes del río Atrato. A partir de allí, se creó una a comisión conformada por 14 personas, de distintos Consejos Comunitarios y organizaciones territoriales, que representan a las comunidades asentadas en la cuenca del río. En este espacio también hay representación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
La responsabilidad de la Comisión es “vigilar el cumplimiento de las órdenes de la sentencia, proponer mecanismos de articulación y coordinar acciones, liderar procesos de pedagogía, socialización y sensibilización sobre la problemática objeto de la Sentencia”. Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
La sentencia de la Corte, si bien reconoció los derechos de las comunidades ribereñas, aún no se logra frenar los impactos devastadores de la minería en el territorio. A pesar de estas adversidades, las guardianas continúan luchando incansablemente para proteger la vida y exigir el cumplimiento de sus derechos.
Gran reconocimiento a las guardianas, mujeres afrodescendientes que tienen una conexión espiritual, emocional y física con el río, la cual pueden sentir por medio de cada una de las piezas audiovisuales de la campaña “Guardianas de los Ríos”. Te invito a que ingreses a la cuenta de Youtube de @pacificotaskforce para ver los contenidos.
Mientras tanto, contágiate con la sabiduría de Ana Rosa Heredia Cuesta, guardiana del río Atrato. Dale clic y conoce su historia.
Por último, es importante mencionar que Pacífico Task Force por medio de la línea estratégica “Ríos con Derechos” le apuesta a trabajar de manera conjunta con organizaciones territoriales y Consejos Comunitarios para fortalecer las capacidades de líderes y lideresas en planeación territorial y gestión de recursos naturales, entendiendo que el río y otros ecosistemas son parte esencial para el desarrollo armónico de la vida en los territorios.
