Tenía una presión interna. Había que ir a ver la exposición de la galería El Museo y tenía razón porque se acerca a la visión de Marta Traba y su sentido estético. También se reconoce la obsesión de Marta por creer que el Arte Latino Americano es universal porque no importan los tiempos de la identidad. Y sus razones de que la geometría es Americana y la abstracción la expresión de su tiempo.
La exposición Geometría y Abstracción tiene muchas facetas. Incluye también lo figurativo. No pude verla toda porque el día anterior, la galería había realizado una subasta en el primer piso pero, en el segundo encontré pinturas, esculturas y gradados.
Una bella obra temprana de Carlos Rojas donde a su manera construye un bodegón en collage con una serie de papeles que dejan ya el presentimiento de su geometría. Se encuentra Ricardo Benaim, el venezolano que se ha inventado su mundo de recorridos geográficos por América Latina. De Ana Mercedes Hoyos hay varias obras, una de la etapa temprana de ventanas y sobre recorridos que fue el momento cuando Marta Traba la apoyó y también hay la última etapa de su trabajo donde los moños de los delantales floridos de las palenqueras resultan siendo la síntesis más aburrida de su recorrido pictórico.
John Castles apunta a una geometría lisa y fina con un Traslapo suspendido en acero que realizó este 2016. Aparece un bello cuadro muy marcado por la abstracción y el arte conceptual de la argentina Sara Grillo, realizado en 1965.
La armonía de los cuadros de Antonio Roda es siempre un lindo encuentro. Su abstracción y sus rasgos gestuales son un acento grave de su realidad profunda y donde reinventa la silla de Van Gogh.
Nunca fue aburrido el figurativo David Manzur, acá presenta una obra temprana en donde interpreta un paisaje Marciano en madera. Asimismo, aparece una interesante obra de Fanny Sanín que es el comienzo de su abstracción y que tiene como final una geometría muy rigurosa que en este momento exhibe en la galería Tovar de Nueva York. También encontramos un cuadro poético del peruano Fernando de Szyszlo en sus Trashumantes. Totems que habitan sus espacios mientras pinta las sensaciones de la poesía de Rilke o El tiempo perdido de Marcel Proust. O una chatarra de Feliza Bursztin donde el desorden hace parte de su rigor natural.
En la sala de proyectos de la galería expone un escribano. Carlos Salazar hace dibujos y pinturas de estampillas o billetes de colección. Los valores son otros, el manejo de la moneda virtual. El cambio de lo moderno a lo contemporáneo tiene en esta explosión todas las posibilidades. Abstracto geométrico tiene sus mil historias. Pero ni importa. Recuerda a un abuelo coleccionista aficionado de estampillas que compraba en la carrera 15 en la zona norte de Bogotá. Las imágenes fueron sacadas del Internet y aluden a momentos graves de la política social de cada país al que se refiere.
