El relajo y la indisciplina del millonario samario Eduardo Dávila, dueño del Unión Magdalena en la cárcel de El Bosque de Barranquilla, y hermano del ex gobernador Chelo Dávila y su sobrino Chelito es diputado de Cambio Radical, donde paga una condena de 34 años por homicidio, le va a costar caro. El Inpec decidió trasladarlo a la cárcel de máxima seguridad en Valledupar.
Dávila perteneciente a una de las más prestantes familias del Magdalena, fue condenado por el asesinato de Cármen la “nena” Vergara, una administradora de inversiones de Santa Marta, por cubrir la infidelidad de su mujer María del Pilar Espinosa, quien fue viuda del empresario Jorge Gnecco.
Una combinación de pasion, celos y riqueza porque Dávila ha sido también investigado por lavado de activos, amenaza, constreñimiento, concierto para delinquir y estafa.