La falta de contexto, conocimiento y respeto por Cúcuta no pueden ser su caballo de batalla para abrirse paso en los medios y mucho menos en las letras. En Cúcuta se quedan los valientes que quieren construir.
El portal Las2orillas publicó un nuevo texto en el que Iván Gallo se desata contra Cúcuta como el mayor experto de la ciudad, aduciendo 10 razones que argumenta escueta, básica e irresponsablemente. Gallo dice:
- “Así detesten a Venezuela queda claro que sin el país vecino Cúcuta no es nada”. Refuto: Como toda zona de frontera (conozco varias en el mundo), las áreas conviven, se necesitan, se construyen y se destruyen como los hermanos que son. A pesar de su aparente debilidad, Cúcuta está resistiendo la crisis para acoger o permitir el paso de los migrantes, sin haber estado preparada.
- “Es absolutamente irrespirable”. Refuto: El cambio de altura y de clima es irrespirable para quienes viven en Bogotá y van a Cartagena, Barranquilla, Quibdó, Villavicencio, La Dorada o cualquier ciudad de ‘tierra caliente’. Si va a Texas, al Sahara, la India o pasa un verano en el Mediterráneo le sucederá lo mismo (lo digo por experiencia propia).
- “No existe un río cercano para pasar el sofoco”. Refuto: Los ríos en todo el país tienen problemas, ¿o es que todo el mundo se baña en el Magdalena? Hay un creciente número de piscinas al que también Ivancito puede ir, pero tendrá que mezclarse con otros cucuteños.
- “Las bacrim y la delincuencia son las que mandan”. Profundizo: ELN, EPL, paramilitares, disidencias de las FARC y narcotraficantes tienen a todo el departamento en una crisis de seguridad y gobierno aterradoras. Usar esta terrible situación para decir que no puede ir al río por ello es bastante irresponsable y ligero.
- La xenofobia “en cada cucuteño se siente”. Indago y aclaro: no sé cuál es su círculo en Cúcuta, pero pareciera que no son los estudiantes de las universidades que han recogido mercados y ropa, por ejemplo, ni quienes llevan botellas de agua extras para repartirlas por el camino en las vías hacia el interior. Sin embargo, debo decir que sí ha nacido una xenofobia contra los venezolanos que antes no existía, en 2018 la vi también en Valledupar, en Santa Marta, en Urabá, en Barranquilla y en Cali.
Señor Gallo, le explico que los procesos migratorios tan fuertes como el vivido en la frontera con Venezuela, o el de los africanos y árabes en Europa, el de los mexicanos y hondureños en el actual Estados Unidos o el de los italianos e irlandeses hace décadas también en Estados Unidos, lastimosamente terminan por generar xenofobia, producto del miedo, de las condiciones austeras y de la falta de conocimiento. Su ‘razón’ no ayuda a aclarar e informar.
- Los políticos, la adoración a Ramiro Suárez y los uribistas acérrimos. Aclaro: Sí, la política en Cúcuta ha sido limitada, clientelizada de una forma cochina y dañina, la crítica cada vez es menor. Todos tenemos que hacer la tarea de mostrar la corrupción, las peligrosas relaciones políticas. El ignorante no sabe de su ignorancia ni de lo que ignora. Esa es una tarea de los medios, por ejemplo, quizás sea más responsable con los cucuteños mostrarles otras posibilidades en vez de atacarlos por su falta de conciencia política.
- Las malas vías de acceso. Ojalá los desplazamientos no sigan siendo obligatorios en este país, pues casi ocho millones de colombianos tuvieron que desplazarse forzosamente según Acnur… o quizás Gallo deba elegir mejor sus palabras. Sin embargo, las vías del departamento están desastrosas y han sido fuentes de desfalco de las finanzas públicas y la mala planificación: miremos el desastroso puente de San Rafael dentro de la misma ciudad. Iván, de Bogotá a Villavicencio son tres horas, a Girardot son tres horas, a Anapoima dos horas y a Villa de Leyva tres horas, si quiere salir de Bogotá.
- ¡Qué bueno que menciona a Renson Said! Critico: Pareciera que Gallo no ha leído las columnas de Renson, una muestra de disciplina, investigación y buena pluma. En nada se parecen los irresponsables textos de adolescente de Gallo a los del poeta Renson. Lo de Gallo no es análisis político, no es crítica de gobierno, no es veeduría ciudadana; más bien parece una falta de creatividad o un momento en que Gallo se quedó sin tema y vuelve a utilizar a Cúcuta como excusa para su verborrea simplona.
- De las mujeres operadas, las conversaciones de hombres y los bares, lo dejo para otro momento porque este texto ya va muy largo y los temas merecen un tratamiento muy cuidadoso, para desarmar los prejuicios básicos e irresponsables con que Gallo ha tratado a la gente de la ciudad.
- Quiero finalizar hablando sobre la “falta de oportunidades: acá los talentos se pudren al sol”. Lamento haber leído esta frase de usted, que hizo parte de la película “Cúcuta, el último aliento” y del cortometraje sobre Jossimar Calvo. Usted le está faltando el respeto a sus amigos y a esa admirable y valiente iniciativa de Polen, a la bellísima fotografía de Josué Jaramillo y al arduo trabajo del equipo de producción. Lástima que el guión sea tan flojo, muy al estilo de Delia Fiallo o de esos vallenatos dulzones que critica.
En un país tan centralista como Colombia, Sistema Solar y Bomba Stereo tuvieron que salir de Cartagena para triunfar, igual que Choc Quib Town del Chocó y que el talentoso Lincoln Palomeque, la sagaz Belky Arizala, la ingeniosa Liss Pereira y la disciplinada Fabiola Zuluaga. O tal vez hay que entender otros niveles y modos de triunfo y éxito.
Es difícil trabajar en una ciudad que pareciera tener todas las condiciones en contra, pero aquí es donde hay gente que lo necesita y lo merece. Es mejor escribir la historia siendo parte de ella y no opinando desde la ventana digital de Bogotá.
Pasan muchas cosas en Cúcuta que uno no se da cuenta, tal vez porque hacen falta periodistas que cuenten las historias en vez de dedicarse a hablar mal de la ciudad.
Iván, por favor, no regrese. Si extraña a su familia, siga su propio consejo, es mejor que se vean en la fría Bogotá, con su amable tráfico, el aire limpio y los árboles frondosos que no extrañará de Cúcuta.