Es claro que el COVID-19 trajo consigo una reevaluación de los hábitos que tenemos a la hora de desarrollar nuestras actividades en comunidad, puesto que el hombre es por esencia un ser social y el distanciamiento ha permitido un replanteamiento sobre la manera como llevamos nuestras vidas y el uso que le estamos dando a las oportunidades en épocas de improductividad.
Si nos remitimos al modelo kantiano y hacemos prevalecer el uso público de la razón, el distanciamiento social es la alternativa más efectiva para mitigar un aumento en los casos del virus. No obstante, pese a que exista una prolongación indefinida del aislamiento, se hace vital encontrar el camino que dirija a la población a recuperar su vida productiva sin olvidar mantener el cuidado por la salud, tema que tanto nos aqueja por estos días. Es por ello que, la palabra reinventarse se ha vuelto de moda en tiempos de pandemia, ya que como lo afirmaba Einstein: “La crisis es necesaria para que la humanidad avance. Solo en momentos de crisis surgen las grandes mentes”.
Por lo tanto, reinventar la forma de vivir, de relacionarse, de pensar, de estudiar y de trabajar es elemental para fomentar un desarrollo sostenible en el tiempo; adaptarse a las condiciones permite avanzar sin detenerse, puesto que así sea el paso largo o pequeño, lo importante no es quedarse siempre en el mismo lugar. En la actualidad, la virtualidad ha permitido dar continuidad a la vida pública y privada del país, pero también ha dejado al descubierto que la cobertura de internet se ha convertido en un servicio público esencial que debe ser de fácil acceso a toda la población. En tiempos de cuarentena y sabiendo que ésta situación compró tiquete quizás sin regreso, se hace evidente que ejerciendo un eficiente uso de las plataformas digitales se puede lograr trasladar la productividad física a la virtual, lo cual podría generar beneficios para las personas tales como menores costos fijos de producción como por ejemplo no tener que pagar un arriendo, pago de servicios, entre otros. Así mismo, si a temas académicos se refiere, la pandemia ha reflejado que el sector educativo del país y sobre todo el de educación superior privada, debe presentar estrategias que permitan ofrecer un servicio de calidad, con mayor cobertura y menores costos para que se pueda hacer más viable su acceso a todos los sectores de la sociedad.
En conclusión, reinventarse es la palabra de moda por estos días, puesto que hacer el constructo mental para dar una solución ante la problemática actual es una oportunidad perfecta para hacer las cosas de otro modo, ya que siguiendo bajo la lupa de Einstein, si se buscan resultados diferentes no hay que hacer siempre lo mismo y por lo tanto, la invitación es a ser agentes de cambio en tiempos de crisis, todo ello sin olvidar lo elemental que nos une en la cristiandad y en la humanidad: el amor al prójimo.