El gobierno británico será dirigido por primera vez por un hombre no blanco o por tercera vez por una mujer. Rishi Sunak, de 42 años, cuya salida del Gobierno a principios de julio contribuyó a precipitar la caída del primer ministro Boris Johnson, era el claro favorito para la primera parte de las elecciones con los diputados. Pero parece ser menos popular entre los miembros del Partido Conservador que su rival Liz Truss, de 46 años.
El exministro de Hacienda Rishi Sunak recibió 137 votos de los diputados conservadores, por delante de Liz Truss, la jefa de la diplomacia británica (113 votos) y de la ministra de Asuntos Exteriores Penny Mordaunt, que fue eliminada con 105 votos, según los resultados anunciados por Graham Brady, responsable de la organización del sondeo interno.
Dos perfiles diferentes
Con una camisa blanca, un moño y un blazer negro, Liz Truss, de 46 años, se presenta como una digna sucesora de Margaret Thatcher, informa nuestra corresponsal Marie Boëda desde Londres. Tanto es así que copió su estilo de vestir en el primer debate televisado para el liderazgo del partido.
Truss trabajó en el sector de la energía y las telecomunicaciones durante 10 años antes de entrar en política. Se posiciona a la derecha del Partido Conservador. Al igual que su oponente, fue a la Universidad de Oxford.
Frente a ella, Rishi Sunak, de 42 años, nació en Southampton de padres procedentes de estado indio de Punjab. Su padre, médico, y su madre, farmacéutica, se trasladaron a Gran Bretaña en la década de 1960. Después de trabajar en finanzas, se convirtió en diputado y luego en ministro. Fue uno de los primeros partidarios de Boris Johnson durante la campaña del Brexit.
Pero el exministro de Economía es todo lo contrario al exprimer ministro. Correcto y bien peinado, no causa problemas, salvo cuando renunció como ministro de Economía el 5 de julio pasado, lo que desencadenó una cascada de deserciones en el Gobierno y acabó con BoJo.
Sin embargo, está manchado por dos escándalos. El primero concierne a su mujer, quien evitó pagar impuestos sobre su colosal fortuna al estar domiciliada en India, hasta que cambió su estatuto. El segundo tiene que ver con una multa por el famoso Partygate, puesto que Sunak también asistió a la fiesta de cumpleaños de su primer ministro durante la pandemia. Dos manchas que no lo ayudarán a demostrar que es el hombre del cambio.
Pero políticamente parecidos
En cuanto a la política, ambos candidatos están del lado derecho del partido. Su principal punto de desacuerdo son los impuestos. Liz Truss dice que quiere bajarlos para aligerar la carga de la población, una forma de ayudar a los británicos a hacer frente a la inflación, que ha alcanzado el 9,4%. Sobre todo, es para halagar a los conservadores que van a votar. Pero sus críticos señalan que es probable que la inflación aumente en respuesta a los recortes fiscales.
Sunak es más cauto. Durante su mandato, subió los impuestos en medio de la pandemia para ayudar al maltrecho servicio público. Puso en marcha programas de ayuda por valor de miles de millones de euros para mantener los puestos de trabajo y las empresas. Desde entonces ha advertido de las "duras decisiones que se avecinan" para hacer frente a los niveles récord de deuda nacional contraídos durante la pandemia. Así que no habrá recortes de impuestos hasta 2024. Hasta compara los anuncios de Liz Truss con un "reconfortante cuento de hadas" en el que aconseja no caer.
Aparte de los impuestos, sus posiciones son parecidas. Para ambos, la lucha contra el calentamiento global no es una prioridad, a pesar de los días de canícula de esta semana. Son convencidos pro Brexit, Sunak desde la primera hora, y Liz Truss con el correr del tiempo: tras haber votado en contra en 2016, lo que le valió muchas críticas de los conservadores, se arrepintió y obró a favor del Brexit como ministra al conseguir acuerdos comerciales con Japón y Australia. Y sobre la política de inmigración, el envío de inmigrantes ilegales a Ruanda no les asusta.
Liz Truss lidera las encuestas
Rishi Sunak “tiene experiencia, fue ministro de Economía de Boris Johnson desde 2020. Gestionó la pandemia, puso en marcha el plan de indemnizaciones por desempleo, pero se niega a bajar los impuestos de inmediato. Sobre todo, es muy cauto en un contexto de inflación del 9,4%, estamos en una situación muy cercana a la de los años 70. Rishi Sunak es un liberal, es un verdadero conservador, es el candidato del establishment”, explica Sophie Loussouarn, profesora de Civilización Británica en la Universidad de Picardía-Jules Verne.
Pero mientras que Sunak lideró la votación de los diputados, las encuestas entre los miembros del partido muestran a Liz Truss a la cabeza. “¿Cómo podemos entender esta posición de los adherentes hacia Liz Truss? Tal vez se beneficie de la imagen de un ministro de Comercio Internacional muy activo que ha negociado acuerdos comerciales bilaterales con países de los cinco continentes para devolver al Reino Unido a la escena mundial”, comenta Loussouarn.
El 25 de julio se celebrará un debate entre los dos finalistas en la BBC. A continuación, los 200.000 miembros del partido tendrán que decidir entre Liz Truss y Rishi Sunak en una votación por correo. El resultado se anunciará el 5 de septiembre.
