“¡Ricky renuncia!” son las dos palabras que más se repiten en Puerto Rico. A través de gritos, pancartas y cánticos, las movilizaciones han conseguido miles de adeptos alrededor de un solo objetivo: lograr la dimisión del gobernador Ricardo Roselló. La isla vive momentos de furor y protesta desde que se reveló el contenido de las conversaciones de Telegram del mandatario con sus asesores más cercanos y amigos. En las más de 900 páginas de chats, se encontraron comentarios sexistas, homofóbicos y violentos hacia muchas personalidades puertorriqueñas, incluyendo miembros de la oposición y artistas.
Estos últimos, rompiendo el paradigma de que las figuras del entretenimiento no deben inmiscuirse en asuntos políticos, expresaron su malestar en redes sociales y arengaron a sus compatriotas a manifestarse. Residente, iLe y Bad Bunny, además de pronunciarse y salir a las calles, compusieron una canción sobre la crisis institucional de la isla que ya tiene 4,8 millones de reproducciones en YouTube. “Afilando cuchillos” la titularon.
Ricky Martin y Benicio del Toro también fueron vistos en las marchas que fueron convocadas en Puerto Rico y otros lugares del mundo para exigir la renuncia inmediata de Roselló.
Roselló, hijo de un exgobernador y graduado del prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT), llegó a su cargo en 2016 después de ser la cara más visible del Partido Nuevo Progresista, filial del Partido Demócrata, y obtener más de 660 mil votos en las elecciones. Naturalmente apuntaría a ser reelegido 2020 pero sus planes se vieron truncados por sus salidas en falso y las acusaciones contra funcionarios de su gabinete.
Su gestión empezó mal. En 2016, cuando el huracán María devastó Puerto Rico, su gobierno aseguró que las muertes no ascendían a los tres dígitos. Estudios posteriores rebatirían sus afirmaciones y caldearían los ánimos del pueblo. Un informe de la Universidad de Harvard dictaminó que el número de fallecidos era de 4.600. Desfaz impresentable, pero Roselló insistía en que las secuelas del ciclón tropical no eran de tal magnitud. Terminaría disculpándose.
La serie de eventos desafortunados que orbitan su cuatrienio, que aun no se completa, continuaron con la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) que intervino las finanzas puertorriqueñas por determinación del Congreso de Estados Unidos. Lo anterior en razón a los 70 mil millones de dólares de deuda que se habían adquirido en administraciones previas. Roselló intentó reestructurar este pasivo y anunció que declararía el estado de quiebra. Su decisión no cayó nada bien, teniendo en cuenta que la JSF ya había llevado a cabo importantes recortes en materia social. El disgusto seguía en aumento.
Telegram sería la gota que rebasó la copa. Los términos descalificativos utilizados por los participantes del chat obligaron a que todos los que ocupaban un cargo público renunciaran, incluyendo a dos altos mandos. El único que siguió anclado a su cargo es Roselló. Sin embargo, el fin de semana comunicó que desistirá de aspirar a un segundo mandato en 2020 y que abandona el liderazgo de su partido. También fue enfático al recordar que su periodo constitucional es de cuatro años y que no planea incumplirlo. Aun así, en las últimas horas, CNN informó que fuentes cercanas al gobernador han corroborado que su renuncia es cuestión de horas.
Por el momento, Residente, Ricky Martin y compañía siguen apareciendo en los principales diarios del mundo como abanderados de esta causa. Ya obtuvieron un pequeño triunfo, pero dejaron claro que no descansarán hasta que Roselló renuncie.
Y todo pinta mal para el gobernador de 40 años. Al rechazo de su pueblo y el descontento de la comunidad artística se suman ahora las incesantes críticas del presidente Donald Trump que lo calificó como un “gobernador terrible” en una de sus alocuciones.
