Escucho El pulso del fútbol por inercia. Los rituales no se quitan tan fácil. Llevo 16 años haciéndolo. A lo único que soy fiel es a los vicios. El producto que consumo no es el mismo que antes. Yo empecé con un tándem maravilloso, Peláez y Mejía. Imagínense, eso era como cuando Brasil tenía en la delantera a Ronaldo y Romario. El tiempo no espera a nadie y primero se nos fue Peláez y luego perdimos a Iván quien, a sus 70 años, goza las delicias de un retiro dedicado a sus nietas, al golf y a los libros de fútbol.
El eternamente joven César Augusto Londoño hace énfasis todos los días de que el Pulso sigue siendo el programa más popular de la radio colombiana. Incluso se ha atrevido a afirmar que vive una época de oro sólo porque él no bloquea a nadie en Twitter, que ha abierto el Pulso del fútbol a los críticos más acérrimos. Aunque lo dice, yo no le creo. No le puedo creer porque nunca ha leído algún dato del Ecar que es lo que mide la sintonía radial, no lo creo porque conozco a decenas de personas a los que parece penosas, anacrónicas, ridículas, las intervenciones de Oscar Rentería Jiménez, el triste reemplazo de Iván.
Conocí en Cuba al señor Rentería. Personalmente es un hombre calmado, extremadamente amable, un amante del bolero que incluso ha compuesto canciones de amor. En la radio es otra cosa. En la radio el señor Rentería siempre se equivoca, no lee, no estudia, pareciera que los únicos partidos que le interesan son los que se juegan en la Liga del Valle. En La Polémica de Win no nos queda otro camino, a los que nos gustan los programas de fútbol, que verlo. Es vergonzoso cómo intenta forzar peleas con Hugo Illera intentando volver a la fórmula que lo hizo tan famoso en la época en la que se agarraba con Edgar Pérea. La Polémica de Win también ha resentido la ausencia de Don Iván Mejía. Nadie como él podía llevar los tiempos para conducir un programa. Nadie tenía conceptos tácticos. Al joven César eso le queda grande.
Lo menos malo podría ser el programa de Pino, Peláez y Quintabani en Fox
pero, la verdad, tampoco tiene push.
Termina aburriéndonos.
En un evento como esta Copa América, donde además Colombia brilla, los aficionados al fútbol queremos estar informados todo el tiempo. En ese sentido podemos ver todo, hasta una bazofia incomestible como esa ramplonada de Direct TV llamada Fútbol Total. Quisiéramos aprender más de nuestros rivales y por eso hacemos zapping pero nada nos convence. Lo menos malo podría ser el programa de Pino, Peláez y Quintabani en Fox pero, la verdad, tampoco tiene push. Termina aburriéndonos. En ESPN la parte colombiana es tan pobre que no quiero ahondar más en ello. Tengo amigos allí así que estoy impedido. Pero créanme, el nivel es tan malo que ya Marocco viene siendo como nuestro Macaya Márquez.
Iván Mejía Álvarez no va a regresar. Nos tenemos que conformar con los conceptos que envíe por Twitter. En Cartagena nadie regresa de los retiros. Sin embargo, el español Juan Ignacio Reglero, el hombre que mueve los hilos en Caracol, debería intentarlo de nuevo, tocar la puerta o inventarse a alguien de su envergadura. Es que no puede ser que el reemplazo de Mejía sea una versión envejecida como Oscar Rentería, escogido por el joven Londoño para que no le haga sombra. Una lástima porque el Pulso es escuchado, en una gran mayoría, por universitarios e intelectuales que sintonizaban solo para escuchar los conceptos de Iván Mejía. Con Rentería esto se banalizó. Don Iván Mejía, piense en sus cientos de miles de hijos. No nos deje más solos con estos periodistas. ¡No los soportamos más!
Juan Ignacio Reglero, el hombre que mueve los hilos en Caracol, debería intentar traer de nuevo a Mejía o inventarse a alguien de su envergadura