Uno de los conciertos más míticos en la historia de este país ocurrió en noviembre de 1992. En esa época los carros bomba estallaban todavía en Bogotá y en todo el país. No era el mejor lugar para que la banda más importante del rock nos visitara. Pero contra todo pronóstico un grupo de empresarios locos, encabezados por Armín Torres, Felipe Santos y el gran Julio Correal. El desastre fue absoluto, una hora apenas pudo tocar la banda de Slash y Axl Roses y la tragedia la hizo mítica el mismo Correal en un relato que publicó Vice en el 2019:
Treinta años después el mundo ha cambiado, como es apenas lógico. El rock ya es un género de nicho y el reggetón acapara todo. Una generación ha irrumpido con sus gustos, con sus tendencias y extravagancias y, empresarios como Diomar García, se atreven sin arriesgarse a nada a traer a un cantante como Bad Bunny y a llenar estadios como el Campín y el Atanasio Girardot cobrando la enormidad de 2 millones boleta en las localidades más caras.
Por eso, empresarios quijotescos aún le apuestan a la nostalgia y por eso suena con fuerza la versión que el propio Correal ha dejado circular en redes sociales de un posible regreso de Guns a Colombia:
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