La historia me trae el recuerdo del derribamiento del muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, producto de intolerancias y abusos. Este ejemplo lleva a la memoria cómo los tres departamentos de la Mariposa Verde no tuvieron un muro como el de esta ignominia, pero sí barreras mentales y egos regionales, producto de un provincianismo dañino que se derribó gracias a la voluntad institucional de los gobernadores salientes de Risaralda (Sigifredo Salazar), Quindío (Carlos Eduardo Osorio) y Caldas (Guido Echeverri). Cincuenta y dos años estuvieron caminando cada uno por su lado, con la constitución de la Región Administrativa de Planificación del Eje Cafetero se inicia una nueva etapa.
Les corresponderá a los gobernadores elegidos para el período 2020-2023 , Luis Carlos Velásquez (Caldas), Víctor Manuel Tamayo (Risaralda) y Roberto Jairo Jaramillo (Quindío) continuar este proceso y hacer gestiones conjuntas ante el gobierno nacional en especial ante la ausencia de un buen número de senadores. Si algo le ha hecho daño a estos departamentos es el actual sistema de elección de estos representantes de la ciudadanía. Bogotanos en el Quindío, costeños y antioqueños en Caldas, y vallunos en Risaralda han logrado votos a esta corporación y luego se olvidan de conseguir recursos articulando su corazón y sus votos mayoritarios, pues están en sus zonas de impacto electoral. Por esta razón la RAP es la mejor opción de desarrollo armónico, no perderán su autonomía y podrán definir planes de ordenamiento coordinadamente.
Les corresponde a los nuevos gobernadores redefinir las funciones de manera equitativa de cada región para el funcionamiento de esta entidad y aportar a la RAP el 0.7% de los ingresos de libre destinación como cifra inicial que sería de 2.000 mil millones para que continúen funcionando a partir del próximo año. Se suma a esta cifra lo que por autogestión consigan los tres departamentos ante el gobierno nacional. Para ello son fundamentales los agentes fiscales nombrados como sus delegados en Bogotá, Quindío y Risaralda. Estos gobiernos tienen su propios funcionarios y oficinas, Caldas ha carecido de este funcionario y oficinas, error inmenso.
Unido el Eje Cafetero podrá articular políticas públicas, los proyectos agrícolas, distribución de los excedentes de la concesión Autopistas del Café, desarrollo del Parque Natural de los Nevados, planes de energía geotérmica, programas turísticos, educativos y culturales. La gran duda puede ser la funcionalidad del aeropuerto del café, ya que en la capital del país, a pesar del compromiso del presidente Iván Duque hace unos días en Armenia con la construcción de esta obra, existen funcionarios que de manera reservada le hablan al mandatario al oído y le dicen que es más funcional una gran terminal aeroportuaria regional. Sin embargo, el gobernador de Caldas insiste en la solidez de los estudios técnicos, aunque todavía hay preguntas como en dónde terminaron los recursos que destinaron para el aeropuerto del café, pues todavía hay muchos “aviones” sin dar explicaciones a las autoridades competentes sobre esta inversión que tienen la cruz a cuestas.