Con un regaño recibió el fiscal Fabio Espitia a sus fiscales, que tenían en encargo el caso de la hija de Aída Merlano, por los presuntos errores que cometieron durante el proceso de judicialización y que dejaron a Aída Victoria Merlano en libertad. El jalón de orejas se dio además después de que la jueza que llevaba el caso calificara como “grosera” la búsqueda desesperada que hicieron los investigadores para conseguir la orden de captura y afirmó que “la Fiscalía no actuó con transparencia, con lealtad”. Espitia decidió darle la razón a la magistrada y anunció que cambiará a todo el equipo de fiscales que llevaba el caso.
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