En el 2014 se posesionó Alfonso Prada como Director del SENA después de haber sido el gerente de la campaña reeleccionista de Juan Manuel Santos en Bogotá. Ese mismo año se firmó el primero de tres convenios con Odebecht y sus 2 consorcios, y el Servicio Nacional de Aprendizaje para ejecutarse a través de las regionales del SENA de Caldas, Santander y Cesar, por donde está el impacto social de la Ruta del Sol y Navelena, es decir los dos consorcios controlados por Odebrecht . En el primero es socio Luis Carlos Sarmiento Angulo y Carlos Alberto Solarte y en el segundo los brasileros con Julio Gerlein.
Los tres acuerdos ahora están bajo la lupa de la Procuraduría, que recibió una denuncia del representante a la cámara Alirio Uribe Muñoz, quien envió distintos documentos para demostrar como el SENA terminó perdiendo aportando millones en especie en los contratos sin que los empresarios colocaran recursos. El Estado colombiano se vio en desventaja y no se quedó ni siquiera con el reconocimiento al Sena que además tuvo que financiar el traslado de los estudiantes a las sedes donde se daban las capacitaciones en las capitales de los departamentos.
El rédito, a costillas del Estado, lo consiguió todo Odebrecht con el Programa CREER Colombia Odebrecht, como si fuera propio. La finalidad del convenio, según la misma página de la constructora brasilera, era fomentar y capacitar a los habitantes de las zonas por donde pasaban los proyectos de Ruta del Sol II y Navelena. Los dos consorcios valorizaron su inversión por $6,000 en estrategias publicitarias, diseño de material didáctico, colocándolo como contrapartida. En el 2016, según su reporte, capacitaron 15,400 personas, pero los reportes cualitativos del SENA no son tan satisfactorios porque por ejemplo en el caso del SENA Caldas, el 88% de los programas tuvo menos de 10 días de capacitación, y el 35% de los programas tenían una vigencia de 1 día, con lo cual la posibilidad de un buen aprendizaje resultad imposible.
Los tres eran de “convenios de cooperación y aprendizaje”. Hay un punto muy claro que dice “el servicio que presta el SENA es completamente gratuito.” En el caso de la regional Caldas, el contrato deja muy claro que el SENA no solo no cobrará por el trabajo, sino que tampoco recibiría dinero para la ejecución del convenio. Estas son las obligaciones del SENA y de Odebrecht.
El gran problema de los tres convenios es que los derechos de propiedad intelectual quedaron en manos de Odebrecht y sus consorcios a pesar del trabajo realizado por el Sena. En esto radica el argumento del representante Alirio Uribe para alegar un posible detrimento patrimonial al Estado: el SENA invirtió tiempo y dinero para hacer trabajos que luego usufructuó Odebrecht.
Pero además de tener una negociación que podría estar perjudicando al Estado, también hay cuestionamientos sobre el desempeño de los contratos. Las regionales del SENA de Caldas y Santander no entregaron la información sobre los costos directos e indirectos del convenio. Solo la regional del Cesar informó de los costos indirectos y directos en el que se registra que el 61% del valor del proyecto lo asumió el Sena -$450 millones- y el restante Odebrecht y sus consorcios.
El representante Alirio Uribe ahora deja en manos de la Procuraduría para que investigue la responsabilidad de los firmantes de los contratos. Con nombre propio menciona, por ejemplo, a Marco Antonio Gloria Acevedo quien era el gerente administrativo de Consorcio Ruta del Sol y quien firmó el convenio con la regional del Cesar. De abrirse la investigación, serán escrutados los miembros de la Junta directiva del SENA y el propio ex director Alfonso Prada, hoy secretario general de la Presidencia, que autorizaron los convenios. También serían investigados los funcionarios vinculados con el programa CREER Colombia Odebrecht, uno de los barcos insignia de la constructora para demostrar su compromiso social, pero que tenía mucha ayuda del Estado detrás, y que en su publicidad no se ve por ningún lado.
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