La impresión que en economía dejó el gobierno anterior es que se han cometido errores que el nuevo debe enmendar. Concretamente en materia fiscal las empresas mantienen cargas asfixiantes, varios sectores de la economía siguen rezagados, rige un inequitativo sistema tributario, y en la evasión hay una verdadera anarquía. Según titulares de medios económicos, del más de millón de empresas solo 3.552 pagan el 70% del impuesto a la renta.
Después de posesionado el presidente Duque han salido a la luz verdades conocidas a medias. Una, que como que sí se les fue la mano en los ocho años anteriores en malgastar los limitados recursos públicos. Lo ratifican las revelaciones del empalme que se hizo entre los gobiernos entrante y saliente, consignadas en unos 2.350 documentos que analizan la situación actual de la economía colombiana. Para el Ministro de Hacienda y Crédito Público, Alberto Carrasquilla Barrera, “la situación no es satisfactoria. Hay varios temas que deben revisarse y darles una pronta solución”.
Para el titular de Hacienda, la competitividad, la formalidad, el empleo y el emprendimiento, son castigados por la actual estructura tributaria, golpeando de paso el crecimiento a mediano plazo de la economía.
La puesta en orden a la casa “tomará tiempo, pero ha llegado la hora de empezar”, y para este fin el jefe de Estado se asesorará de una comisión de sabios. A corto plazo se prevé que Hacienda adopte varias medidas, empezando por la regulación y supresión de gastos innecesarios en las entidades administrativas.
En la reforma tributaria que se aproxima permanecerá inalterable la regla fiscal, pero se espera que el recaudo se incremente en unos $3 billones anuales, necesarios para reactivar la economía local. A ese efecto se dictarán “todas las reformas estructurales que se requieran para asegurar la sostenibilidad fiscal de la nación”.
Las medidas antievasión que se alistan buscan combatir definitivamente este boquete estatal que produce un desangre en las arcas. La meta para agosto de 2019 es reducir la evasión en un 10%. Otro punto del paquete tributario contempla corregir el tema de la renta presuntiva, que solo ha servido como un muro para impedir que algunas empresas salgan avante.
De acuerdo al propósito gubernamental, el sistema tributario que se proyecta implementar está “orientado a la inversión, el ahorro, la formalización, la productividad y la competitividad de nuestra economía”. La formalización de qué se habla se refiere tanto a personas como a empresas.
Si las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas progresan de manera sostenible, es decir duradera, este gobierno considera que pueden generar empleos de calidad, decentes. A los empresarios que creen puestos de trabajo con vocación de permanencia en el tiempo el Estado les bajaría los impuestos. En miras a que Colombia sea protagonista fundamental en la cuarta revolución industrial están comprendidas igualmente empresas multinacionales nacidas en nuestro territorio en estos cuatro años, según el sueño presidencial.
Para llegar a la meta de crecimiento mayor al 4 por ciento del PIB, al inicio de este gobierno se presentó una buena señal de la confianza de los inversionistas, en cuanto a la buena acogida de los títulos TES. Esto fue interpretado por el gobierno como un respaldo a su política fiscal. Al robustecimiento económico también contribuirán las industrias creativas, el turismo, la agroindustria y la economía naranja (actores, artistas, animadores digitales, diseñadores, dramaturgos, fotógrafos, joyeros productores, músicos, publicistas, entre otros). Esta clase de economía “es una fuente de riqueza y trabajo para los colombianos", puntualizó Hacienda.
Aunque hay “problemas bastante complicados, tampoco es algo que llame a una preocupación extrema, todos los problemas tienen solución”, sentenció el jefe de la cartera de economía. Cuando en el 2002 el actual ministro de Hacienda lideró esa cartera, la situación de la economía nacional era peor que la de hoy.
“Todo el peso impositivo en Colombia lo tiene la empresa, están ahogadas por tanto impuestos, no pueden crecer ni crear empleos, no son competitivas y hay que ayudarlas, y que se debe ampliar la base tributaria”, afirmó un empresario de frutas y hortalizas de la sabana norte, en Cundinamarca, citando algunas cifras de la Contraloría.
“Muchos miran al empresario como el lobo que hay que abatir, otros lo miran como la vaca que hay que ordeñar, pero muy pocos los miran como el caballo que tira del carro”, dijo Winston Churchill, citado por Bruce Mac Master.