A pupitrazo limpio se aprobó el pasado 22 de diciembre en el senado la llamada “Reforma tributaria estructural” cuya conciliación y debate en la plenaria del congreso constituirá no mucho más que un simple trámite. Así las cosas, desde el 2017 los colombianos estaremos disponiendo de un porcentaje mayor cuanto más bajos sean nuestros ingresos para el pago de impuestos.
Es por demás curiosa la manera tan expedita en la que los 367 artículos están siendo debatidos y aprobados por nuestros honorables parlamentarios. Todo un ejemplo, ya que mientras tanto los representantes de las centrales obreras se tuvieron que levantar de la mesa de concertación del salario mínimo por la imposibilidad de conseguir $20.000 más de lo que están dispuestos a pagar los empresarios a los más de 2 millones de trabajadores que devengan este en Colombia.
Esta reforma tributaria es un claro ejemplo de lo que hace el lobismo de las grandes empresas, bancos y multinacionales que financian las campañas políticas de presidente para abajo, donde los intereses a proteger están totalmente alejados de los del ciudadano de a pie, debiendo este sostener al estado para que este a su vez pueda seguir trabando en la protección de la plutocracia.
Un IVA del 19% reventando los bolsillos de los que menos ganan. Un impuesto del 1% a las ganancias de los tenderos, mientras las grandes superficies seguramente trasladaran el impuesto de $50 por bolsa plástica a los usuarios. Todo esto mientras se siguen protegiendo a los grandes capitales con 4x1000 y todo tipo de excepciones.
En los países avanzados del primer mundo tales como Holanda, Noruega o Dinamarca, cuando se formulan los impuestos y se corren índices tales como el de Gini, (indicador de desigualdad) este nos muestra que la desigualdad en la sociedad disminuye. Caso contrario pasa en países como Colombia, en los que el neoliberalismo impera, donde los impuestos generan más desigualdad, siendo entonces el gobierno un ente promotor de la misma.
Es entonces cuando debemos preguntarnos ¿es a través de este tipo de leyes con las que nuestros gobernantes piensan construir una sociedad justa y en paz? ¿construyendo más desigualdad un país que pelea puestos con los países africanos entre los más desiguales del mundo? *
Lo que los colombianos debemos comprender es que esa sociedad justa y en paz no va a ser construida por aquellos que han generado los males que hoy padecemos. Que es el pueblo con su organización política y como grupo de presión los únicos que pueden crear las condiciones para construir un país distinto. Un país para todos los colombianos y no solamente para alimentar a una élite depredadora. Pero para lograr esto primero debemos despertar como ciudadanía.
* base de datos del Banco Mundial, donde se muestra que los primeros cinco países en el ranking de la desigualdad son africanos, seguidos por cinco latinoamericanos. Honduras (6), Colombia (7), Brasil (8), Guatemala (9), Panamá (10) y Chile (14)
@JULS996