Los miles de marchas y protestas que se realizan en el mundo, incluida Colombia, son una reacción a la manera como el modelo económico neoliberal es utilizado para concentrar las riquezas en pocas y privilegiadas manos, extrayendo recursos de países subdesarrollados por medio del capital financiero internacional, generando hambre, miseria y pobreza en la mayor parte del mundo. Esos ejércitos de desempleados, trabajadores informales, profesionales varados y clase media pauperizada se unen para, en un grito desesperado, exigir que cesen la desigualdad y la iniquidad.
Una de las herramientas de exacción de esos capitales, que en el caso de América forman parte del decálogo del Consenso de Washington, son las reformas tributarias, mediante las cuales aseguran la transferencia de los recursos de esas naciones, que provienen de sus habitantes hacia los circuitos financieros. Con esto se aseguran pagos de deuda externa e interna, así como las grandes utilidades para los consorcios y grupos económicos, que ejercen su hegemonía no solo de manera financiera sino política y social. Por eso imponen el gobierno y el modelo de desarrollo.
Sobre lo planteado, existe un esclarecedor artículo: 'Los regalos de la reforma Duque-Restrepo', del analista económico y político Aurelio Suárez para la Semana del 7 de agosto de 2021, que devela lo que esconde el último proyecto de tributaria: “El regalo a fondos internacionales de capital: el artículo 8 fija en 0 % la tarifa de retención en la fuente para 'valores de renta fija pública o privada o derivados financieros con subyacentes en valores de renta fija'. Es decir, los inversores en esos papeles, como los Títulos del Tesoro (TES), verían incrementadas sus utilidades... No es la primera vez: Duque lo hizo en 2019, en la Ley 2010, al bajar esa retención de 14 % a 5 %, pero la lleva cuando, a diciembre de 2020, las inversiones foráneas en TES alcanzaban 'máximos históricos' por 86,53 billones de pesos y el ministro Restrepo decía en junio que la inversión extranjera en TES alcanzó récord de 10,8 billones de pesos...”.
Continúa Aurelio Suárez: “[El regalo] a calificadoras de riesgo, buitres y FMI: Para asegurarles a prestadores, Standard & Poor’s y similares y al FMI que se respetará a toda costa el servicio de la deuda, el cálculo del porcentaje de la regla fiscal se hará antes de deducir el pago de los créditos... En palabras sencillas: Si desde 2015 el apretón se daba abarcando todas las partidas, en adelante no incluirá la cuota del endeudamiento. A Panama Papers: La 'normalización' de capitales fugados al exterior. La Ley 1739 de 2014 los cubrió hasta 2018 y se prorrogó en 2019 y 2020. Inició con tarifa del 10 %, subió a 13, después a 15 y la eleva a 17 hasta 2022... Hasta 2020, la 'normalización' suma 25,3 billones de pesos y la Dian ha recaudado solo 1,77 billones. A bancos y concesionarios de transporte: remunerará los contratos clase TransMilenio..., que se replicaron en Cali, Bucaramanga, Barranquilla, Cartagena y Pereira. El artículo 24 los beneficia..., sumaría más de 2 billones de pesos para que el BNP Paribas, JP Morgan o los titularizadores bursátiles respiren tranquilos... Esa opacidad fiscal: Instala una 'ventanilla siniestra' para todo tipo de flujos; se rinde ante capitales buitres y el FMI; mima al oligopolio del transporte y sus socios y devela en quiénes el Gobierno de Duque deposita la suerte de la Nación”.
¡El gobierno Duque actúa en contra del interés de Colombia!