Reforma pensional: una disputa por $360 billones
La inviabilidad del régimen de Colpensiones según los privados era gran engaño para hacerse a las cotizaciones de trabajadores y empleadores en un sistema de ahorro
Con la aprobación de la ley 100 de 1993 se inició la prevalencia de lo privado sobre lo público en materia tanto de salud como en pensiones. Así lo establecía el recetario neoliberal del FMI y el BM y en esa dirección actuaron a una, César Gaviria, Luis Fernando Ramírez y Álvaro Uribe Vélez presidente, ministro de trabajo y el ponente en el congreso de dicha ley, respectivamente. Nos ocuparemos en esta oportunidad sobre lo relativo a las pensiones.
Hoy 30 años después, la cobertura pensional no supera el 24 %. Para 1992 la cifra sólo superaba un poco más del 20 %.
Si la cobertura, como lo señaló la exposición de motivos que el gobierno presentó en 1993, es "La mayor deficiencia del sistema pensional vigente es su baja cobertura. Sólo un 20 % de los colombianos está cubierto por el ISS, Cajanal y demás Cajas de Previsión, y los que son afiliados a dichas entidades no representan más del 50% de los asalariados. La causa principal de la baja cobertura reside en una estructura del empleo e ingresos, en la cual un 65 % de los trabajadores se ocupa en los sectores campesino e informal urbano, y hay un 40% de pobreza, dado lo cual un sistema de pensiones basado en contribuciones regulares de empleadores y trabajadores dependerá ante todo del crecimiento y la modernización para extender su cobertura". Y si a esto agregamos que las cifras del 2022 en el mercado laboral según el mismo Dane son muy similares, que las personas que se han pensionado desde esa fecha, corresponden al 95% a Colpensiones y un escaso 5 % a los fondos privados, la conclusión es obvia, no ha habido un real aumento en la cobertura y los cerca de 4 puntos porcentuales se deben en un 95 % a Colpensiones.
Es decir, la ley 10/93 es un fracaso, para quienes dijeron que ese sistema no permitía ampliar la cobertura y que el sistema de los fondos privados sí la amentaría. Hoy está demostrado que los fondos privados no pensionan.
Este fracaso es el que ha obligado a replantear una reforma pensional y por lo cual votaron la mayoría de los colombianos en la nueva propuesta de pilares del hoy presidente del cambio Gustavo Petro.
Un sistema en que a diferencia del que consagró la ley 100/93, prevalezca lo público sobre lo privado, el interés general sobre el particular de unos cuantos dueños del capital financiero y que atendiendo a un verdadero sistema que sí pensione, también se ocupe de los adultos mayores que nunca han cotizado y para los cuales el nuevo sistema, liberando cerca de $15 billones que hoy presionan el déficit fiscal y que podrían estar cotizando los trabajadores hasta con 4 salarios mínimos ahora en Colpensiones, se les podría reconocer un auxilio monetario de medio salario mínimo.
Pero la verdad verdadera del sistema de los fondos privados, es que todo lo que expresaron de la inviabilidad del régimen de Colpensiones, hoy queda absolutamente claro, que se trataba de un gran engaño para hacerse a las cotizaciones de trabajadores y empleadores en un sistema de ahorro, llamado régimen de ahorro individual con "solidaridad"(sic), y con el cual el capital financiero privado recaudaría ingentes recursos para administrarlos a su arbitrio.
Hoy son administradores de más de $360 billones en sus fondo privados, de los cuales el 83 % son de los 2 grupos financieros más fuertes en nuestro país, el grupo Aval de Luis Carlos Sarmiento Angulo y del Grupo Empresarial Antioqueño, hoy tambaleando en su dominio por los jeques árabes.
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Y repitámoslo, los fondos privados no pensionan, solo unos 287.000 pensionados en 30 años que solo les cuestan unos $3,8 billones, y con esos 360 billones de pesos especulan
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Y repitámoslo, no pensionan, solo unos 287.000 pensionados en 30 años que solo les cuestan unos $3,8 billones, y con esos 360 billones de pesos especulan, invierten, no tiene en sus juntas a ningún trabajador, que son sus reales dueños, que cuando pierden en las inversiones se las descuentan de la cuenta de cada trabajador y por si hubiesen líos mayores, el papá estado asume el pago de las pensiones y los recursos ahorrados. Con cara ganan ellos, en cambio con sello también.
Colpensiones perdió la cotización de los trabajadores más jóvenes, se quedó con los más viejos, sigue pensionando la mayor cantidad, lo cual le representa un aumento en el déficit fiscal al gobierno.
Es decir, con la ley 100/93 los fondos privados se han apropiado de esos billonarios recursos, los cuales invierten entre otras cosas, en infraestructura, por lo demás con grandes escándalos de corrupción como la vía al Llano, la caída del puente de Chirajara, que mató a 9 obreros, parte del caso Odebrecht y la Ruta del Sol II, entre muchas.
Por supuesto que se puede compartir el aparte que el gobierno de aquel entonces señaló sobre el carácter progresivo de los recursos pensionales, cuando afirmó en la exposición de motivos que "En los países en desarrollo, con escasez de capital, población joven, y rápida absorción de mano de obra por el sector moderno, el ahorro forzado por la seguridad social, en especial para pensiones, es una fuente decisiva de financiación de la inversión, y por, lo tanto, útil y definitivo instrumento del desarrollo", digamos eso sí que ahora no tan joven, pero como instrumento de desarrollo sí, como lo plantea hoy el gobierno de Gustavo Petro, puede ser administrado por el estado en beneficio general y no particular. Digamos, aunque solo sea por decir, el estado y el sector privado por sí mismos, no son ni malos administradores ni corruptos (hay ejemplos en ambos, es más no hay corrupción pública sin la participación privada), la diferencia la hace el bien general.
En conclusión, la reforma pensional que viene proponiendo el gobierno de Gustavo Petro, es para favorecer el interés general de la nación y el pueblo. Reduce el déficit fiscal, mejora los ingresos de Colpensiones y recupera la cotización de la mayoría de los trabajadores, sí pensiona, le asegura medio salario mínimo a los adultos mayores y recauda un dinero "forzoso de la seguridad social" que puede invertir en interés general con altísimas rentabilidades sociales.
Asofondos no puede seguir engañándonos hoy con los mismos argumentos que ya se han visto fracasados porque están hechos es para ganancias de unos pocos magnates del capital financiero y que terminan apropiándose del dinero que trabajadores y empleadores cotizan para una protección en la vejez.
Esa es la disputa. O esos recursos los maneja el capital financiero para sus particulares intereses, la voracidad rentística, o los administra transparente y eficazmente el estado para el interés general de la nación y el pueblo e incluso con inversiones altamente productivas del desarrollo general del agro y la industria.
Una reforma pensional para el cambio, no para los fracasados y corruptos neoliberales de ayer y de hoy.
Posdata: para el cambio se necesita la movilización social, eso fue lo que nos enseñó el estallido social. Próspero año 2023.
Twitter: fabioariascut