Refisal, el emporio de la sal que resultó de una quiebra

Refisal, el emporio de la sal que resultó de una quiebra

El empresario paisa John Gómez, fundador también de Papeles Familia, vio la oportunidad cuando el gobierno de César Gaviria salió a vender Álcalis

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enero 29, 2022
Refisal, el emporio de la sal que resultó de una quiebra

Luego de una convención colectiva con los trabajadores de Álcalis de Colombia en 1992 y el cierre de operaciones un año después, el gobierno de César Gaviria tomó la decisión, a través de un Conpes (Consejo Nacional de Política Social) de cerrar las dos plantas de producción de sal e insumos en Mamonal, Cartagena y en Betania en Zipaquirá. Una liquidación que le costó al país cerca de $28.000 millones, mas de $34.000 destinados a atender la carga pensional, y cuyo paso siguiente sería venderlas. El proceso quedó en cabeza de su presidente, José María de Guzmán.

Fueron muchos los titulares de prensa que cuestionaron su venta, un activo que aunque legalmente en quiebra, para muchos parecía rescatable, no en vano llegó a ser una de las primeras 100 empresas del país. Sin embargo, los elevados costos administrativos, las altas cargas laborales, unas pensiones insostenibles que provocaron que hubiera más empleados pensionados que activos (con derecho a jubilaciones a los 25 años de vinculación sin importar la edad o 20 años y 50 años), más una competencia originada por la apertura económica, no lo permitieron. El Ministerio de Desarrollo sacó a licitación pública abierta la empresa muy en la línea con la privatización de empresas del gobierno Gaviria.

Un grupo de empresarios antioqueños, liderados por John Gómez Restrepo, fundador del Grupo Familia, vio la oportunidad en comprar la empresa por $15.580 millones, entregando un 30 % más un crédito con el Instituto de Fomento Industrial por el otro 70 %. Aunque no conocían del negocio, ni tendrían el esquema proteccionista de monopolio estatal que tenía Álcalis, la nueva empresa ofrecía la oportunidad de vender sal refinada y de expandir su producción de insumos de carbonatos para la industria de detergentes, jabones y vidrios, más otros subproductos.

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John Gómez Restrepo Q.E.D.P. fundó 35 empresas

En marzo de 1994 recibieron los activos comprados y para abril, bajo el nombre de Refinadora de Sal S.A.- Refisal, se dedican a la refinería de sal para consumo humano. Un año después, iniciaron la producción de cloro-soda, posteriormente vendrían el hipoclorito de sodio, ácido clorhídrico, cloruro de sodio y sulfato de sodio, productos químicos industriales por el que nuevamente cambiarían el nombre de la empresa al actual Brinsa.

Su sal refinada para consumo humano, Refisal, se convirtió en la marca líder en el país, con una participación cercana al 70 % del mercado y un reconocimiento de marca del 100 % de los colombianos, su “salero campana” que se puede encontrar en casi todas las cafeterías, se convirtió en un ícono en el país. En los años siguientes la empresa diseñó sales dirigidas a otros sectores como el textil y el ganadero, en este último posee un 50 % del mercado.

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A finales de siglo, en la búsqueda de mercado para su hipoclorito de sodio, lanzaron una marca propia de blanqueador, Blancox, que luego de cinco años se convirtió en la líder del mercado y posee una participación cercana al 23 %. Este éxito les permitió desarrollar una unidad de negocios en torno al aseo, al cual le siguieron desmanchadores (Blancox quitamanchas y Blancox Ropa Color), Lavalozas (Lozarem y Lozaliquid), Especializados (Blancox extremo cocina y Blancox extremo baño, Desinflex) y detergentes (Blancox ropa interior) productos como el desmanchador para ropa de color, Agrocolor, Loza Cream y Desinfex

En 2009 los socios invirtieron $65.000 millones para convertir a Brinsa en la productora de sal más moderna de América Latina e instalar una refinería diseñada por la firma suiza Bertrams Salt Plants que reemplazó las tres que le fueron adquiridas a Álcalis. El proyecto inaugurado un año después, incluyó la autogeneración de energía eléctrica y vapor.

Sus tres productos estrellas son Refisal, Blancox y Brinsa química, que se venden a sectores distintos, la sal para consumo, el cuidado del hogar y la industria. Los crecimientos por lo tanto son diferentes, el negocio industrial de Brinsa Química depende del desarrollo industrial del país, siendo un proveedor de productos derivados del cloruro de sodio, de cloro gaseoso para tratamiento de aguas, soda cáustica (insumo clave en la producción detergentes y jabones), ácido clorhídrico, cloruro de calcio y carbonato de sodio (insumo para la fabricación de vidrio).

En los últimos años, aprovechando la tendencia global de nuevos sabores en el sector de alimentos, desarrollaron una estrategia comercial basada en diferentes tipos de sales con valor agregado, como sales bajas en sodio, de alta pureza, o de origen tipo rosada del Himalaya, Negra de Hawaii o de Escamas de Chipe, y de diferentes mezclas de especies, en total cuenta con cerca de 32 productos de sales y mezclas.

A partir del 2007, la empresa comenzó una expansión internacional a Costa Rica donde adquirió dos productoras locales que luego fusionó con una tercera empresa quedando con la participación mayoritaria en la compañía resultante, Brinsa de Costa Rica, que controla casi el 50 % de ese mercado. En República Dominicana posee una planta que controla casi el 80 % del mercado de la sal industrial, además de presencia comercial en varios países de Latinoamérica,  Brinsa exporta a más de 15 países.

Su expansión se ha dado también en modernizaciones de su planta química en Mamonal, Cartagena, y la fabricación de sus propios envases de productos de aseo y tapas. El año pasado Brinsa tuvo ventas por valor de $ 652.967 millones que la posicionaron como la número 222 en el país, está ubicada por la Superintendencia de Sociedades en la categoría de fabricación de jabones y detergentes, donde ocupa la quinta posición detrás de las multinacionales Colgate-Palmolive, Unilever, Bel Star (del grupo brasileño Belcorp) y Johnson&Johnson.

Sin lugar a dudas, Refisal es la marca de este emporio que lo sacó a flote.

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Fábrica de Brinsa en el Km 6 Cajicá-Zipaquirá

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