La pasión por la música unió a un grupo de hombres y mujeres de cuatro municipios del litoral pacífico del Cauca. Así nació ‘Reencarnación del Pacífico’, con la intención de promover la expresión oral y artística de su región. Conformado por once personas, entre las que se distribuyen instrumentos y labores administrativas, se chocaron con la dura realidad que viven muchos artistas del país. La escasez de recursos y el poco apoyo los obligó a buscar otras alternativas, más allá de sus presentaciones, para lograr subsistir.
Primero intentaron vender postres y, pese a conseguir la venta de todos, no fue suficiente. Todavía estaban lejos de la cantidad de dinero que requerían para alquilar instrumentos y movilizarse. Rendirse no era una opción y tocaron las puertas de la Fundación ACUA (Activos Culturales Afro) para pedir orientación en la búsqueda de ayudas. Guiados por ACUA, realizaron varias publicaciones, a través de redes sociales, y dieron con las agentes de cambio que le daría un vuelco a su historia.
Varias mujeres, vinculadas a la empresa Supergiros, cobijaron esta causa como propia y en tiempo récord recolectaron el dinero. Bautizaron la iniciativa como “Melodía de amor” y solicitaron apoyo a familiares, amigos, conocidos y contactos de WhatsApp. En paralelo, cotizaron los instrumentos con un artesano local y se los compraron tan pronto tenían la suma total. Realizaron la entrega de estos, el pasado 14 de junio, en un emotivo encuentro con los miembros del grupo musical.
En señal de gratitud, ‘Reencarnación del Pacífico’ compuso una canción dedicada al grupo de mujeres. Jessica Anchico, directora y cantante de la agrupación, no pudo ocultar su felicidad y alabó el gesto caritativo del que ella y sus compañeros resultaron beneficiados.
“Todos colaboramos en las estrofas de la canción. Nos inspiramos en las mujeres luchadoras, responsable y amorosas que siempre te brindan una mano. Nos inspiramos en el alma de todas las mujeres, en especial las de Supergiros. Para nosotros significa devolver la felicidad que ellas nos compartieron”.
Ahora, este conjunto de músicos sueña con formar una escuela que promueva los ritmos autóctonos del sur del Pacifico. Su idea es cultivar en las nuevas generaciones el amor por la cultura y tradiciones de esa zona de Colombia para que el olvido cultural no se apodere de ellas.
