Con el enorme impacto del coronavirus en el mundo, el ámbito laboral es el que más se ha visto afectado. A pesar de eso, hay un sector que prevalece y hasta se impone por encima de otros, uno que como nunca antes había sido tan apreciado, más que eso, tan útil y beneficioso: la tecnología.
Para muchos esta se ha convertido en su tabla de salvación en medio de una crisis global ligada a un pánico generalizado. De hecho, ha sido un puente para empresas y estudiantes, que toman a Meet o Zoom como primeras opciones para sus reuniones y clases virtuales.
Asimismo, el deseo exacerbado por saber de un ser querido entre personas distanciadas ha hecho que aplicaciones como Instagram o Facebook (aunque ya gozaban de gran popularidad) se posicionen como las más usadas a nivel colectivo.
Sin duda, estamos en una etapa de suspensión, en un periodo donde sobra el tiempo como jamás se habría esperado, por eso, redes sociales emergentes como Tik Tok o Kway (esta última menos conocida, pero mejor para mi gusto) están de boca en boca de quienes buscan exhibirse o "invertir el tiempo en algo provechoso". En otras palabras, redes cuyo propósito es favorecer el ocio a través de contenidos cortos y casuales, aunque sean la cuota erótica y las piezas de comedia las que "manden la parada" dentro de estas plataformas.
De acuerdo a diversas opiniones médicas sobre las consecuencias del confinamiento en muchas personas, se ha llegado a la conclusión de que las plataformas digitales "han podido salvar muchas vidas", especialmente en personas con fobia al encierro o a la inactividad. Por lo tanto, son la mejor alternativa para contrarrestar los efectos colaterales de la pandemia. Lo más importante es hacer un uso adecuado de ellas y aprovechar al máximo sus beneficios.