Basado en un en un dossier sobre irregularidades y posibles hechos de corrupción administrativa, el gobierno frenó en seco el proceso que estaba a punto de reelegir por sexta vez consecutiva al actual rector de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, Jaime Alberto Leal.
El secretario de Transparencia de la Presidencia de la República, Andrés Idárraga, impulsó la decisión luego de examinar documentos que revelan, entre otras cosas, que Leal creó varias sedes satélites de la institución en Miami, en España y en Finlandia, y que las utilizó para mover hacia ellos importantes recursos públicos con los que aceitó también una maquinaria burocrática de forman parte parientes y amigos suyos.
Según información suministrada por Lina García Sierra, en la nota ciudadana “La UNAD, un negocio de familia”, publicada en este portal, en 2014 Nicolai Rosiasco Pijarán puso una queja en la Procuraduría contra Jaime Leal por nepotismo, pues contrató a su prima Daiana López como directora del Centro de Idiomas de la UNAD Florida.
A Daiana López Leal la nombró Socorro Pinzón Pulido, a quien le había dado el puesto Jaime Leal como directora ejecutiva de esa misma sede.
A su vez, contrataron al hijo de Pinzón, Germán Posada Pinzón, como gerente de Desarrollo, trabajando así en el mismo centro que su madre dirigía.
Pero el favorecimiento a familiares encabezado por Leal no termina allí. En una reunión de Junta Directiva, Leal pidió otorgar un reconocimiento por buena labor a Germán Posada, que se materializaría en una ayuda para sus estudios en Harvard por 8.427 dólares.
Por estos hechos la Procuraduría inhabilitó a Jaime Leal y a Socorro Pinzón por doce (12) y once (11) años, respectivamente. Pero la misma Procuraduría levantó la sanción contra Leal y redujo la de Pinzón porque en ese entonces no se encontraron pruebas para determinar si Leal Afanador sabía del nombramiento de su sobrina.
Pero no acaba ahí. Una vez levantaron la sanción, en 2015, Leal nombró en el cargo de profesional universitario a Miguel Arenas Mendoza, en ese entonces novio de su hija María Paula Leal Guerrero, quienes se casaron en 2018. A la fecha el yerno del rector sigue vinculado a la UNAD.
Si bien Leal ha sido absuelto disciplinariamente por la Procuraduría por algunos hechos relacionados en algunos de los documentos que hacen parte de las denuncias en su contra, aún tienen pendientes procesos penales que lo vinculan con el carrusel de la contratación en Bogotá.
En contra suya cuenta el hecho de que el hoy presidente Gustavo Petro descubrió cuando era senador que la universidad fue utilizada para mover dineros de la contratación en Bogotá, en tiempos del alcalde Samuel Moreno Rojas, de millonarios recursos públicos, a través de contratos interadministrativos que no eran vigilados por los órganos de control.