El 18 de agosto de 1989, Luis Carlos Galán, candidato presidencial de Colombia, fue asesinado en Soacha, Cundinamarca. Sin embargo, su muerte no fue la única. Junto a él, murieron su escolta, Santiago Cuervo, y el concejal de Soacha, Julio César Penaloza, quien falleció cinco días después debido a las heridas sufridas durante el atentado.
Santiago Cuervo, el escolta de Galán, se convirtió en un héroe al proteger la vida de su candidato, sacrificando la suya propia. La valentía y lealtad de Cuervo no deben ser olvidadas, y su historia debe seguir viva en la memoria de los colombianos.
Julio César Penaloza, concejal de Soacha, también perdió la vida en ese trágico día. Aunque su muerte no fue inmediata, sus heridas fueron mortales. Su familia ha luchado durante años para que sea reconocido como víctima del magnicidio, pero aún no han recibido el reconocimiento oficial.
Carlos Alberto Velásquez, el escolta que sobrevivió, relató los hechos de esa trágica noche: "Estábamos en la plaza de Soacha, en un mitin de campaña de Luis Carlos Galán. Yo estaba a su lado, como siempre, cuando de repente escuchamos los disparos. Fue un caos, la gente corría en todas direcciones. Yo me lancé sobre Galán para protegerlo, pero ya era tarde. Lo habían herido de gravedad".
Velásquez también habló sobre la valentía de su compañero, Santiago Cuervo: "Santiago era un hombre valiente, siempre estaba dispuesto a dar su vida por proteger a los demás. Esa noche no fue la excepción. Se lanzó sobre Galán y recibió varios disparos. Murió instantáneamente".
En cuanto a Julio César Penaloza, Velásquez recordó: "Julio era un hombre muy querido en Soacha. Era un líder comunitario y un defensor de los derechos humanos. Estaba en el mitin apoyando a Galán cuando fue herido. Lo llevaron al hospital, pero desafortunadamente no pudo sobrevivir".
La muerte de estas tres personas dejó un gran vacío en Colombia, pero su legado sigue vivo. Luis Carlos Galán es recordado como un líder que luchó contra la corrupción y el narcotráfico, Santiago Cuervo como un héroe que dio su vida por proteger a los demás, y Julio César Penaloza como un defensor de los derechos humanos y un líder comunitario. Su historia debe seguir viva para que nunca se olviden sus sacrificios.