Varios colombianos residentes en Berlín le hicieron llegar a la exsenadora liberal Sofía Gaviria, hermana del asesinado gobernador de Antioquia Guillermo Gaviria hace 15 años, una carta en la que pedían explicaciones sobre la sede de la embajada colombiana en Alemanía. El reclamo es por la venta de la casa en donde funcionaba la embajada, en donde también vivía el embajador. Al parecer, la casa, que era de gran belleza, fue vendida por 2 millones de euros, cuando su precio no estaba por debajo de los 8 millones.
“Para que Colombia dispusiera de una nueva residencia diplomática, funcionarios del gobierno de Juan Manuel Santos compraron un apartamento banal, en obra negra, mal situado, no habitable todavía, sumamente caro, por un valor de cuatro millones de euros en la Kurfürstenstraße, una calle ubicada detrás de un zoológico por donde desfilan o desfilaban prostitutas”.
Mientras tanto, la embajada está funcionando en unas oficinas alquiladas, por las que se pagan 20.000 euros mensuales. Los colombianos que viven en la ciudad alemana señalaron que “la venta de la villa la comenzó una persona que responde al nombre de María Lorena Gutiérrez, a nombre del gobierno colombiano. Terminó el negocio y firmó la venta Catalina Ávila, agregada de la embajada. El embajador en ese momento era Jorge Bendeck Olivella. La embajadora actual es una señora Pombo, hermana del periodista de El Tiempo Roberto Pombo. La cónsul en Berlín era Lucella Osman de Duque”.
Tanto Juan Manuel Santos como María Ángela Holguín, la única ministra en estar los ocho años de gobierno con él, tendrán que responder por las sospechas que caen sobre esta venta.