Hasta hace pocas semanas la abogada Carmen Vásquez se desempeñaba como Ministra plenipotenciaria en la delegación de Colombia en la OEA en Washington, con el embajador Andrés González -quien también está de regreso-. Fue nombrada después de haber sido viceministra del interior con de Juan Fernando Cristo, encargada entre otras cosas de asuntos étnicos, afros e indígenas.
Sin relación con la cultura pero sí con el sector empresarial por la vía de su esposo Saverio Minervini, propietario de la empresa Coremar que opera desde Buenaventura, la tierra natal de Carmen Vásquez.
Conocida de Ivan Duque de vieja data por la cercanía de su esposo Minervini con Ivan Duque Escobar, el papá del Presidente electo, de quien fue uno de sus mejores amigos, una relación que nació en los tiempos de su ministerio de minas en el gobierno de Belisario Betancur. El ministerio de cultura se ocupará, con Duque, de uno de sus proyectos prioritarios que tramitó como legislador: la economía naranja, muy orientada al fortalecimiento de los emprendimientos culturales. Un nombramiento que además es un guiño a la reclamante costa Pacifica colombiana que está en las raíces de la nueva ministra.