Por supuesto que soy consciente que Colombia tiene inmensos problemas. Y se da por descontado que marcharía para protestar contra las injusticias, la corrupción y los inaceptables privilegios de las tres ramas del poder. Dentro de las razones por las que marcharía son:
- Marcharía para protestar contra los salarios y las megapensiones de los congresistas de Colombia. En un país donde gran parte de la población gana menos de 250 dólares mensuales mensuales, los congresistas colombianos reciben salarios de 300 dólares . Según reciente informe, “Los miembros del legislativo colombiano ganan salarios más altos que sus colegas británicos, suecos, suizos o españoles. Pero además de recibir salarios elevados, y mejores prestaciones que la gran mayoría de los colombianos, los congresistas tienen numerosos privilegios pensionales: altas pensiones, bajas cotizaciones al sistema y jubilación temprana. En 2013, la Corte Constitucional buscó regular las llamadas «megapensiones» haciendo efectivo que las pensiones de los congresistas no superaran los 25 salarios mínimos. Esta situación implicaba que un excongresista pensionado pagaba solo por un 25 % de lo que recibía en pensión. De acuerdo con el normograma de Colpensiones, página actualizada en mayo de 2017, los congresistas hombres se pensionan a los 60 años, mientras que una mujer congresista se pensiona a los 55 años. Hoy en día la edad de jubilación para los ciudadanos del común en Colombia es de 57 años para las mujeres y 62 para los hombres. Por lo tanto, según Colpensiones, los congresistas se pensionan dos años antes que los ciudadanos colombianos del común. Esta situación es difícil de modificar porque los congresistas hacen las leyes del país, y hasta el momento, legislan en beneficio propio.” La Corte Constitucional intentó en 2013 regular los privilegios de los congresistas. Sin embargo, este esfuerzo fue tímido. Los congresistas siguen teniendo evidentes privilegios. Y a pesar de estos privilegios, muchos congresistas colombianos exigen más.
Pero no puedo ocultar que rechazo y me da vergüenza marchar al lado de varios políticos que convocan estas marchas, políticos que hacen parte integral de las tramas de corrupción que ha permitido que el Congreso en Colombia sea un fortín de podredumbre y de privilegios.
- Marcharía para protestar por la ineficiencia y las enormes inequidades de nuestro sistema judicial, especialmente en las altas cortes. Cómo lo mencionábamos en reciente artículo, “El total de magistrados de las altas cortes, incluyendo la recién creada Justicia Especial para la Paz, la JEP, que tiene 38 magistrados, es de 110. Pero si esto no es suficiente, están los magistrados auxiliares: la sola Corte Suprema de Justicia tiene 132 magistrados auxiliares devengando el no despreciable salario de $25 millones mensuales. Las otras cortes, con un promedio de tres magistrados auxiliares por cada magistrado titular, pueden llegar a tener 262 magistrados auxiliares adicionales. Total: 372 magistrados, sin tener en cuenta los tribunales superiores y los administrativos. Para que el lector pueda tener un marco de referencia, Estados Unidos tiene una sola alta corte, con nueve magistrados. Dichos magistrados tienen derecho solo a cuatro ayudantes legales, “law clerks”, cada uno. ¿Será que la proliferación de cortes y de magistrados convierte a Colombia en el país con más justicia en el mundo? En Colombia, reino de la impunidad y de la inseguridad, lejos de tener justicia tenemos es ausencia de justicia. Si algo ha demostrado el aparato judicial colombiano es su total incapacidad para luchar contra la corrupción, proteger al ciudadano de la inseguridad y garantizar que los culpables sean castigados y los inocentes exonerados.
Pero no oculto que rechazo y me da vergüenza marchar a lado de los que precisamente han hecho lo imposible para que no se modifiquen las tramoyas de las altas cortes, especialmente las relacionadas con el Consejo Nacional de la Judicatura.
- Marcharía por protestar contra los que se han robado los recursos de la salud en Colombia, empezando por Saludcoop.
Pero dentro de los convocantes al paro están precisamente los cerebros de los carteles que se han apoderado de la salud en Colombia. ¿Cómo?, me pregunto, ¿a un ciudadano de bien no rechaza y le da vergüenza marchar al lado de esos corruptos?
- Marcharía para protestar por la pésima calidad de la educación en Colombia como lo ha demostrado los desastrosos resultados a nivel mundial en las pruebas Pisa.
Pero rechazo y me da vergüenza marchar a lado de los sindicalistas de Fecode, que fuera de recibir mermelada, son quienes tienen buena parte de la culpa de esos resultados al oponerse verticalmente a la evaluación objetiva e independiente de sus afiliados.
