Desde el periodo de la exalcaldesa Elsa Noguera, quien fue altamente calificada en su gestión, se viene presentando en Barranquilla una práctica macabra, que si bien es legal en algunos países, en Colombia es altamente rechazada.
Existen denuncias acerca de muertes de perros callejeros, dentro de los cuales han caído perros y gatos extraviados. Defensores de animales han puesto el grito en el cielo y han detectado lo que podría ser una política pública dedicada a castrar y en últimas, matar a los animales vagabundos que afectan el norte de la ciudad; que contrasta con lo que se ve dentro de los cordones de miseria que rodean Barranquilla.
Según los activistas, que han sido amenazados mediante mensajes de texto, existe un vehículo en cuyo interior trabajan 4 veterinarios dedicados a esta tarea. Además, toman registros fotográficos de los animales para garantizar el pago por evento, con lo cual la alcaldía queda exenta de celebrar un contrato que la ligue directamente a esta aberrante práctica.
Los defensores de animales manifiestan que sería muy grave que desde la alcaldía se estén acolitando estos abominables actos, que van en contravía de los valores de la moral y la vida, toda vez que el eslogan del gobierno de Char alude a la “calidad de vida” y una sociedad que no respete la vida de los animales muy difícilmente valora la de un ser humano.
Por su parte el alcalde Char y su Secretaría de Salud lanzaron unos trinos rechazando estas prácticas y manifiestan que investigarán quién está detrás de esta matanza de perros y gatos en las calles de la arenosa.