El atraco electoral de anoche en Venezuela era previsible, aunque fue, además, burdo e infinitamente abusivo con la voluntad del pueblo venezolano. Una burla a la democracia sin precedentes en su magnitud, que debe ser rechazada.
Desenlace previsible, aunque había una rendija de esperanza de que Maduro y sus socios, finalmente, dieran un paso al costado.
Sin embargo, largos años de corrupción, un generalato comprometido con la dictadura y con la apropiación de la torta del presupuesto público, un aparato de justicia y un parlamento al servicio del regimen, no parecían anticipar una actitud de respeto hacia los resultados electorales.
La contracción sin par de la economía, acompañada de un crecimiento inmisericorde de la pobreza, la corrupción rampante, la salida de casi ocho millones de venezolanoss y una cruda represión política interna conforman un saldo de vergüenza. Resulta de no creer que algunos vean en el venezolano un modelo a seguir.
No podía ser más burda la presentación de los “Resultados Oficiales al 80%”
No podía ser más burda la presentación de los “Resultados Oficiales al 80%”. Fuera de la demora, seis horas, en la emisión de la primera comunicación del organo máximo de un sistema (catalogado por algunos dirigentes nuestros como “uno de los mejores del mundo”) y de las arbitariedades en algunos puestos de votación, la suma de las votaciones por los distintos candidatos ascendía a 110%… Eco a uno de los postulados de una celebridad colombiana contemporánea al referirse a las matemáticas: “El cambio, precisamente, significa sacar la economía de ese marco cognitivo”.
Las misiones de observación electoral no fueron autorizadas, particularmente la de la Unión Europea, en capacidad de ofrecer un informe y un pronunciamiento públicos.
El porcentaje de migrantes en edad de votar que fueron ahabilitados para hacerlo fue ínfimo. Una vergüenza.
Algunos creen que se trata una batalla entre izquierda y derecha, cuando es la democracia la que está en juego. Una vez más, el presidente de izquierda de Chile, Gabriel Boric, lo dejó claro cuando escribió después de varias horas sin pronunciamiento del CNE:
“La entrega de los resultados de esta elección trascendental para Venezuela debe ser transparente, oportuna y reflejar íntegramente la voluntad popular expresada en las urnas. La comunidad internacional… no aceptaría otra cosa”.
Ya cuando se conocieron los resultados emitidos por el CNE, de nuevo, Boric: “El regimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparenci de las actas y el proceso…”
No hay espacio ni palabras para rendir tributo a Martía Corina Machado, líder indiscutible, valerosa, persistente, que juega y jugará un papel de primera línea en el futuro venezolano, en defensa de la democracia. Será cuestión de algún tiempo.
El gobierno del presidente Petro tiene una oportunidad única si rechaza el fraude electoral.
