La temperatura aumenta en todo el mundo (calentamiento global), como consecuencia los polos se descongelan, el nivel del mar aumenta, el clima cambia haciéndose impredecible; oleadas de calor, inundaciones, y sequías (cambio climático), este cambio que altera los ecosistemas, interrumpiendo la producción de alimentos, el suministro de agua, la infraestructura, los asentamientos humanos y los medios de vida.
Los estudios concluyen, que el cambio climático es consecuencia del calentamiento global, generado por el aumento en la atmósfera de gases de efecto invernadero (GEI), como el dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4). También sabemos que este aumento se debe en gran medida a la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas), la producción de cemento y la deforestación para la agricultura, la ganadería y la minería.
Por ejemplo: los combustibles fósiles comprenden el 80% de la demanda actual de energía primaria a nivel mundial y el sistema energético es la fuente de aproximadamente dos tercios de las emisiones globales de CO2.
Las múltiples iniciativas de la ONU, las diferentes cumbres mundiales sobre la tierra, cambio climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 son iniciativas que se quedan estancadas ante la influencia económica y política de multinacionales dedicadas a la explotación de combustibles fósiles, cementeras y grandes deforestadores, que logran bloquear estas iniciativas, evitando la implantación de políticas públicas efectivas de regulación, control y transición, hacia formas de producción sostenibles.
Desde 1 de enero de 2020, tendremos una década del punto que los científicos han llamado “no retorno”. Si en 2030 no hemos logrado detener el aumento de la temperatura de la tierra, el cambio climático será irreversible y las consecuencias para la humanidad serán catastróficas, especialmente para los millones de seres humanos que están excluidos de los beneficios sociales y avances tecnológicos de nuestra sociedad actual.
Medidas urgentes y drásticas para evitar la extinción de la vida en el planeta:
1. Se deben diseñar e implantar políticas, para detener la deforestación, reforestar, y forestar; teniendo en cuenta, que miles de ciudadanos dependen de los bosques para sobrevivir.
2. Las sanciones a empresas que contaminan el medio ambiente, se debe endurecer, y los ecosistemas santuarios de Biodiversidad, que aún no han sido afectados por la actividad humana, deben ser protegidos de manera efectiva e inmediata.
3. Se debe aumentar la inversión, para la búsqueda de soluciones e implementación, de fuentes energéticas, amigables con el medio ambiente y de emisiones cero. La transición hacia energías limpias es ya.
4. Es primordial, educar a la ciudadanía sobre Cambio climático, para que siendo conscientes del peligro que corremos, luche, tome acción, obligue a los gobiernos, y a las corporaciones a cambiar.
Las corporaciones, los bancos, la bolsa, los ricos y los políticos, están dispuestos a sacrificar la vida de miles de especies, y millones de seres humanos, para seguir alimentando su avaricia y nos piden, aceptar este designio con resignación. Ante esta negativa del sistema, para cambiar, el único camino que nos queda, es rebelarnos. Hay muchas formas de rebelarnos, podemos oponernos, crear alternativas, presionar, boicotear, participar, educar, etc. ¡Toma Acción!
Debemos decidir qué camino vamos a tomar: ¡rebelión o extinción!
