Reaparece JuanPa. Y se convierte en el centro de atención de los micrófonos, insuficientes, para todos los que quieren decir alguna cosa, lo que sea, con tal de mojar prensa.
Mesura, es la palabra venida de un Cachaco Santafereño. Un artista en las lides de la diplomacia y los consensos; cosa que, no podemos negar de sus capacidades y que, le mereció el calificativo de “el tahúr Santos” impuesto por el profesor Tobón.
Recordemos que Santos, se convirtió en el blanco del uribismo desde que lo declararon traidor; y, los ataques a su gestión fueron incesantes por ocho años. Uribe uso Twitter como una lanza llamas todos los días.
Para el 2014, logra su reelección con el apoyo de una gran coalición -agradeció a Petro- entre fuerzas antagónicas, para defender de las garras del uribismo el proceso de la Habana.
El constante martilleo logra que 4 años después -2018- Uribe se imponga para gobernar en cuerpo ajeno, con los resultados que ya conocemos.
Pero la palabra clave de Santos hoy es “mesura”. Veamos que puede significar en su lenguaje:
Santos astutamente, había fundado el partido de la U -de Uribe- que luego transforma en Unidad Nacional, con el eslogan: “Unidos como debe ser” que coincide con, -bandidos como debe ser-.
En la U, se dieron cita los más acérrimos enemigos políticos, para darse a la tarea de la mesura a manteles y cócteles, con la que hicieron los consensos que le permitieron a Santos gobernar a su antojo, con el viento del uribismo en su contra.
Pero, si tomamos en cuenta que, Santos recibe el país con las fronteras de Ecuador y Venezuela en llamas; la labor mesurada de la diplomacia del santafereño, obviamente entraba a contrastar con la intemperancia del arriero y el carriel, lo que suscitó, que, el proceso de la Habana despertara toda clase de enfrentamientos y celos, al punto, de que el premio Nobel se convierte a su vez, en su jubilación.
Santos dice, mesura y gobernabilidad son el arte u oficio de un gobernante, para poder llevar a cabo un programa de gobierno.
En el lenguaje de Santos, significa MERMELADA instituida esta palabra durante su administración; que no es otra cosa que, no quitarle de la jeta el hueso a los perros.
En otras palabras, la mesura, la gobernabilidad, y los consensos se compran, y se pagan en favores políticos y para esto, sirven los puesticos en el estado, las notarías, lo que queda de lo publico en empresas, y lógicamente las EPS.
Ese es el arte de gobernar construyendo consensos; y es, lo que le está sugiriendo a Petro. No veo una crítica en Santos, sino un consejo.
La pregunta: ¿Será que, en los casi nueve meses del presente gobierno, el “gran pacto social” que llevó a cuotas políticas, como consenso con los partidos tradicionales y asegurar gobernabilidad, no les representó mermelada?
E incluso, ¿ese gran pacto social ha sido interpretado como debilidad del nuevo gobierno, que, no es un secreto que no apoyaron?
¿Eso es lo que los tiene incómodos?