La carta abierta titulada Desde el silencio de una celda, en la cárcel de máxima seguridad Picañela en Ibagué, Rodrigo Tovar, alza la voz, comprensivo con las protestas que se han tomado las calles de Colombia. Toma el tono de sus tiempos cuando era funcionario público y dirigente del movimiento Provincia Unida por una Mejor Opción de Vida en su natal Valledupar, antes de empuñar las armas de las AUC, y alza su voz.
Permanece aislado en esta cárcel de máxima seguridad por las amenazas que ha recibido; son 1.450 procesos los que tienen pendientes con la justicia colombiana. Rodrigo Tovar Pupo, más conocido como Jorge 40, regresó al país en el 2020 tras pagar una condena de doce años en Estados Unidos por el delito de narcotráfico. Ahora deberá responder por su deuda con la justicia colombiana con la que tiene 35 órdenes de captura y 38 medidas de aseguramiento.
Antes de convertirse en jefe del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia, Tovar fue funcionario de la Alcaldía de Valledupar en la oficina de Pesos y Medidas, luego se convirtió en secretario de Hacienda y siempre estuvo interesado en la política al igual que su tío Edgardo Pupo quien fue gobernador del Cesar y su primo Ciro Pupo Castro, alcalde de Valledupar.
Rodrigo Tovar avanza en una propuesta en la que propone entablar un diálogo con todos los sectores nacionales, firmar un nuevo contrato social incluyente a través de una Asamblea Nacional Constituyente que permita un esfuerzo común y alcanzar los cambios que no dan más espera.