Jineth Bedoya, periodista unicentralista y coeditora de El Tiempo, en una entrevista que le dio a su alma mater habló sobre la formación de los periodistas. Allí tocó diversos puntos importantes en cuanto a los procesos que debe afrontar un estudiante de periodismo al salir de la academia. Uno de estos es el cambio tan fuerte al pasar del sueño que es la universidad como tal a la cruda realidad que es salir a las calles.
Es bien sabido que en la academia se nos da una idea platónica de la carrera. También es un espacio donde sus estudiantes se cuestionan a sí mismos qué es este oficio y quiénes quieren ser en el momento de culminar. Ellos tienen altas expectativas y ambiciones en la cúspide de alcanzar un lugar en la sociedad en donde será pronto, rápido y bien pagado. Aunque la realidad es totalmente diferente, teniendo en cuenta que la academia es la teoría y ponerlo en práctica toma tiempo y experiencia. Entiendo que en algún momento será necesario abrir las alas, pero la cuestión aquí es: ¿los estudiantes están preparados para la vida?
Desde mi posición como estudiante no es mucho lo que pueda opinar al respecto, por eso prefiero hablar con base en las palabras de la misma Jineth, quien nos relató que la mayoría de su aprendizaje se dio en la calle. Es ahí donde tuvo que experimentar un poco de todo hasta que se enamoró del periodismo judicial. Y no solo fue ella, diversos colegas ya graduados manifiestan que en la universidad eran los chachos y al salir se dieron cuenta de que muchas veces ni lo básico saben. Los primeros trabajos son como una segunda parte de la universidad donde te paladean y te enseñan de todo o bueno. Los más recursivos aprenden a punta de tutoriales de YouTube las herramientas para estos tiempos modernos de San Google.
El plan como estudiante sería intentar trabajar lo más rápido posible para que el mundo real no te agobie, ¿pero quiénes contratan a estudiantes sin diploma y más en la situación actual del COVID-19? Me parece una especie de círculo vicioso paradójico. Por ejemplo, al salir te exigen experiencia para empezar a trabajar, pero para tener esa experiencia ya deberías haber trabajado. Para pagar la universidad necesitas trabajar, pero para trabajar necesitas el diploma...
¿Entonces cuál es el verdadero modus operandi para los estudiantes que van a salir al mundo laboral? Es una cuestión que dejaré para ustedes, mis lectores.