Otros grandes derrotados en esta lucha en contra de la reforma tributaria fueron los medios de comunicación tradicionales, en particular RCN y Caracol. En los días previos al paro se dedicaron a hacer terrorismo mediático transmitiendo notas que pretendían infundir temor al contagio y muerte por COVID-19 a quienes querían marchar, y que durante las protestas presentaron informes limitados y sesgados, al punto de llegar a la desvergüenza del titular de RCN Noticias que afirmaba que en Cali se celebraba la decisión de Duque de modificar la reforma.
Sin embargo, de esa debacle moral y deontológica hay que rescatar a City TV que, como ya es costumbre, transmitió en directo las protestas, incluso capturando la imagen de un policía disparando su arma contra los que protestaban.
Por su parte, las grandes triunfadoras fueron las redes sociales, a través de las cuales los ciudadanos informaron de primera mano cómo multitudes de personas se congregaban exigiendo el retiro de la reforma, igualmente denunciaron los abusos policiales y el vandalismo que se dio en algunas ciudades; pero, quizás lo más valioso fue que los miles de mensajes enviados por ellas retumbaron en el oído de Iván Duque, al punto de obligarlo a salir cariacontecido al medio día de este domingo a anunciar el retiro de tan nefanda reforma.
En síntesis, estamos ante la evidencia de la pérdida de poder de los medios de comunicación tradicionales y el estruendoso triunfo y ascenso de las redes sociales como poder dominante en la información política.