Fernando Gaitán, de estar vivo, estaría furioso. Él, tan conectado con su público, el rey del Rating, no podría soportar puntos tan bajos para una de las novelas más famosas de la historia de la televisión. En los dos primeros días de la emisión de la quinta retransmisión de la Fea más querida el rating no despega y, los comentarios en redes son desobligantes, de un hastío absoluto.
Una de las personas que más sabe de televisión en este país, el periodista Sergio Villamizar, hace una reflexión que me parece muy oportuna de traer a colación:
Es comprensible que tanto RCN como Caracol recurran a sus viejas novelas en una época en donde es imposible grabar nuevas producciones. A Caracol le ha funcionado muy bien la fórmula, manteniendo bien arriba tanto Pasión de gavilanes como Pedro el escamoso. Como el problema ya debe ser de marca a RCN no le pega nada, ni siquiera los refritos. Ahora, intentaron volver a sacar su novela más exitosa pero el riesgo que se corre es gigante. El riesgo es el de hipotecar un prestigio, poner en riesgo una tradición por un patético intento por contrarrestar la hegemonía de Caracol.
Betty la fea está en Netflix y la gente podrá verla cuando quiera. ¿Por qué no buscar otra producción y tener que recurrir a una novela que se emitió hace menos de un año? Hay fórmulas que llevan al abismo, y la repetidera de Betty podría ser una de esas. Además, me parece una afrenta que se le hace a Fernando Gaitán, quien literalmente se debe estar revolcando en su tumba al ver el abuso que le están haciendo a su creación más querida.
