Mapiripán, octubre 20 de 2015
Doctor
JUAN MANUEL SANTOS CALDERON
Presidente de la Republica.
Bogotá.
Respetado señor presidente:
Yo, Yiran Fernando Beltrán, identificado con la cédula de ciudadanía 86.051.538 de Villavicencio Meta, actuando en calidad de presidente de la J.A.C de la vereda Bonanza del municipio de Mapiripán, amparado en la ley 743 de 2002 me dirijo a usted en representación de las olvidadas comunidades de todo nuestro municipio para hacerle saber a usted la insatisfacción que desde hace muchos años tenemos en nuestra localidad por el abandono y el olvido en el que, tanto el gobierno nacional como el gobierno departamental y municipal, nos tienen sometidos.
Debemos recordarle que nuestro municipio es uno de los más grandes de esta nación en donde caben los departamentos de Caldas y Atlántico al mismo tiempo. Es decir que tenemos terreno suficiente para que quepan cerca de cincuenta municipios adicionales. Eso para no hablar de las reservas petroleras que existen en el interior de nuestras tierras y el potencial agrícola que esas mismas tierras tienen, hasta el punto que hoy en día quien más ha venido haciendo por el bienestar de nuestra región es una empresa palmera, que no solo genera empleo de calidad para los habitantes, sino que adicionalmente genera energía para todo el casco urbano de Mapiripán.
No obstante el esfuerzo que esta empresa hace por generar trabajo, hay un factor que la mantiene relegada y con altísimos costos de producción como lo son las vías de comunicación que en el momento es una de las quejas y peticiones más grandes que tenemos actualmente.
Hemos corrido con tan mala suerte de no tener alcaldes que gestionen y propendan por el bienestar de su comunidad, que cuando esta empresa, de la mano con la comunidad, quisimos arreglar la vía que desde Mapiripán conduce a la vía de San José del Guaviare, el propio alcalde amenazó con incendiar la maquinaria aduciendo leyes que más parecían un horrible cuento de terror que algo que nos beneficiara a todos.
La otra razón de esta misiva es la lentitud, la inoperancia, la tramitología e ineptitud que tanto el alcalde, el INCODER, la unidad de restitución de tierras y la procuraduría agraria han venido teniendo con la adjudicación de los títulos de nuestras tierras, aduciendo siempre un trámite adicional y haciendo que el anhelo de tener, por fin, algo que por años ha sido lo que nos ha permitido vivir, se convierta en una pesadilla sin fin.
Debemos recordarle que en los últimos veinte años el gobierno nacional ha venido a nuestras veredas solo en diez ocasiones y siempre ha sido a instalar las mesas de votación, es decir que solo nos tienen en cuenta para disfrazar el hecho de que vivimos en una democracia disfrazada, de la cual no somos parte sino el día de la votación porque en adelante entramos a engrosar el largo listado de municipios olvidados de este país.
Debo recordarle también señor presidente la enorme deuda moral que este país y esta sociedad tienen para con nuestro municipio y en especial para nuestras veredas, en donde se llevaron a cabo aquellas masacres por las que, desgraciadamente, tenemos tanta fama en el mundo, pero que al interior nuestro solo ha dejado desesperanza y amargura.
Hoy nuevamente estamos en elecciones y nuevamente se postulan más personas queriendo administrar la pobreza en la que nos tienen sumida nuestra dirigencia nacional, porque otra cosa seria administrar un municipio tan grande y con tan pocos habitantes si las tierras tuvieran títulos y pagaran los impuestos justos por ello.
Como nos gustaría que esas cuatro personas que hoy están postulados a la alcaldía desistieran de esa idea y no se presentaran a elecciones este próximo 25 de octubre, sentando de esa forma una protesta por el olvido tan grande en el que nos tienen sumidos, pero tal parece que podrán más la ignorancia y las ganas por el poder personal que el interés general de luchar verdaderamente por sacar a Mapiripán de ese olvido.
Hoy hacen política regalando estufas o haciendo regalos para los niños, olvidando que nuestra comunidad pide a gritos los títulos de nuestras tierras y que nos podamos comunicar por unas vías dignas que el estado haga y no tengamos que esperar a que sean las petroleras las que lleguen a arreglar algo que finalmente nos saldrá más costoso, pues para nadie es un secreto que con el petróleo llegan más males que curas para las enfermedades.
Queremos hacer de nuestras tierras una fuente directa de ingresos y de generación de empleo, pero para ello necesitamos primero nuestros títulos y seguidamente que las vías estén en buenas condiciones y en especial aquella que une la vía a San José del Guaviare con las veredas de Guacamayas, Los Merecures, La Jungla, Canapure, rincón del Indio, Sardinata, Puerto Siare, Puerto Alvira y la Cooperativa, por donde entran y salen hoy en día todos los habitantes del casco urbano de Mapiripán y una enorme cantidad de campesinos de nuestro municipio.
Algo que es tan elemental hacer, pues el material con el que se puede hacer el mantenimiento y la mejora de la vía está a tan solo metros de la misma y solo se requeriría de material de cantera para hacer las pocas alcantarillas que esta vía requiere, dado que por ser parte del dorsal de dos vertientes hídricas, la misma hace que no se tengan que pasar ningún tipo de afluente grande.
Vale la pena decirle señor presidente, que lo felicitamos y lo apoyamos por el proceso de paz y vemos con esperanza el mismo debido a lo sufrido por nuestro municipio por el conflicto durante tantos años, pero esperamos ser tenidos en cuenta en el post-conflicto con una verdadera política encaminada hacia la paz que nos incluya trayendo desarrollo sostenible a tan olvidada región para no seguir viviendo una guerra interna por títulos y vías.
Cordialmente,
YIRAN FERNANDO BELTRAN
86.051.538 de Villavicencio
