En Colombia, eso de que, hecha la Ley, hecha la trampa, a veces deja de ser una simple expresión popular para convertirse en realidad como en el caso denunciado por el representante a la Cámara por el Partido Conservador, Juan Carlos Wills, quien ha dicho que la empresa Rappi, liderada por Simón Borrero, al parecer sí está corriendo a hacerle conejo a la Ley dejen de fregar.
Según las denuncias del Representante a la Cámara, la aplicación de Rappi está pidiendo autorización para “contactarlo con el propósito de que Rappi S.A.S. y Travel Moustache S.A.S. le envíen notificaciones con fines publicitarios y promocionales, así como, para que Rappi S.A.S. le envíe recordatorios de pagos relacionados con cuentas pendientes al interior de la plataforma. Estas notificaciones podrán ser enviadas en horarios que excedan los establecidos por la Ley 2300 de 2023″.
Por lo visto, Rappi no quiere dejar de fregar y ya encontró la forma de hacer maromas jurídicas para revivir la llamadera de las empresas de todos los sectores a ofrecer servicios, promociones o cobrar cuentas pendientes por fuera de los horarios hábiles en vez de defender el derecho a la privacidad y la intimidad de los ciudadanos.
Aunque la Ley establece que las entidades comerciales deben tener permisos de los usuarios, aceptar horarios invasivos no puede ser condición para acceder al servicio ofrecido. Las personas a las que el sistema financiero o cualquier tipo de entidad les falte al respeto, integridad y dignidad, pueden presentar la queja ante el respectivo organismo de control y vigilancia.
En el caso de los bancos, por ejemplo, las quejas se pueden elevar ante la Superintendencia Financiera; para las relacionadas con los operadores de telefonía, el afectado puede dirigirse a la Superintendencia de Industria y Comercio.
Hasta el momento, Simón Borrero, CEO de Rappi, no se ha pronunciado al respecto y la esperanza de los clientes es que las empresas cambien la estrategia de llamar y fregar por la de mejorar la recepción de las llamadas.
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