A veces es mejor aislarse que contemplar tantas barbaridades por el solo hecho de tener el poder. El debate que debía haberse realizado para analizar la adhesión del departamento de la Guajira a la RAP Caribe podría haber dado luz a la decisión que con antelación estaba tomada por la Asamblea Departamental. La intención del cacareado “conversatorio”, como lo llamó el señor Rodríguez, presidente de la Asamblea Departamental de la Guajira, solo se desarrolló para legalizar la aprobación de la ordenanza, la cual requería de la concertación de la sociedad como requisito.
Se ha hecho costumbre que las decisiones de importancia en la Guajira se tomen de espaldas al pueblo, pero más funesto aún es que al no tener argumentos, impongan sus criterios al tenor de los poderes que ostentan. Al proponer el debate como así lo hice expreso, las intenciones se resumían a dos: la primera, era entregarle insumos a la Asamblea Departamental para que al estudiar la ordenanza en referencia revisara la conveniencia para el departamento; la segunda, era que el pueblo de la Guajira conociera lo que se estaba cocinando. La sociedad civil de la Guajira merece respeto, sobre todo de aquellos que fueron agraciados con el voto popular para llegar al espacio que hoy disfrutan. Sin embargo, es decepcionante que solo se le permita exponer unos criterios en cinco minutos. De hecho, creo que es la manera de ocultar una realidad que a leguas el pueblo desconoce.
De los ocho diputados presentes solo dos salieron a tratar de explicar la conveniencia de la adhesión del departamento a la RAP, con el argumento de que la “Guajira no podía quedar sola y aislada, por eso era mejor unirse”. Expresión a la ligera, sin siquiera analizar las condiciones de esa adhesión. De manera excepcional el diputado Pinto en su intervención preguntó al gobernador Verano de la Rosa que si el documento podría modificarse e incluir todo lo solicitado en nuestro reclamo. Al tiempo el señor Verano respondió que existían todas las posibilidades.
Por su parte, los otros cinco diputados presentes solo se dedicaron a cumplir la tarea de comité de aplausos. No obstante, con la respuesta de Verano de la Rosa entendimos que el esfuerzo realizado cumplió con el objetivo propuesto. Fueron tan precisos nuestros argumentos que ni Verano de la Rosa, ni los diputados Medina y Quintero fueron capaces de debatirlos. El poder de los argumentos hace trizas los intereses de aquellos que con la prepotencia hacen posible lo imposible.
Aunque he expresado públicamente que estoy de acuerdo con la filosofía de la RAP, eso sí, en condiciones de equidad, me opongo al hecho de quisieron hacernos creer que el documento era un borrador, ya que ese mismo fue presentado al Congreso de la República y a la Comisión de Ordenamiento Territorial para su viabilidad. No se puede concebir, ni aceptar que como habitante de este territorio tengamos que tragar entero ante la ansiosa actitud de personas que sin pensar toman decisiones.
Así bien, lo que requería ese espacio era que la gente se pronunciara y no escuchar un discurso trasnochado y repetitivo como el que hizo el gobernador Verano de la Rosa, que sin argumentos se atrevió a decir dos frases que dejan muchas dudas: “Que la RAP Caribe sin la Guajira no tenía sentido” y que “La RAP Caribe sin la Guajira quedaba coja”.
Por ejemplo, el presidente de la Asamblea, al escuchar las innumerables inequidades para la Guajira plasmadas en el documento de soporte técnico de la RAP Caribe, desesperadamente trató de cortarme el uso de la palabra, con la finalidad de que la audiencia no conociera esa inequidades, siendo tan convincente el análisis que la misma audiencia presente le exigió que dejara terminar mi intervención.
A la par, en su intervención, el diputado Medina Romero sin ningún reparo expresó “analizaremos y estudiaremos con sumo cuidado y responsablemente la ordenanza solicitada”, lo cual fue un vil engaño al pueblo. El famoso “conversatorio” terminó a la 2:45 de la tarde aproximadamente y a las 4 de la tarde de ese mismo día ya estaban dándole el segundo debate al proyecto de ordenanza. ¿Qué tiempo hubo para hacer ese “análisis y ese estudio con sumo cuidado y responsable” a la ordenanza, como lo expresó el diputado Medina Romero? Acá vale la pena tener en cuenta que el tercer debate es mero trámite.
Para completar el descaro, el diputado Blas Quintero afirmó “No estamos obligados a hacerle caso a nadie, porque somos nosotros los que vamos a votar”. Ojalá que no se le olvide que las elecciones vuelven y seguramente los volveremos a ver solicitando el voto.
Genera pena que el egoísmo inherente al ser humano convierta en utopía las ideas justas, más cuando nuestra idea justa es la inclusión de todos los proyectos de la Guajira para su desarrollo. Los grandes problemas de la vida son causados por actuar sin pensar. José de San Martín dijo que “La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales, que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder”. Abraham Lincoln dijo: "Se puede engañar a parte del pueblo en parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo, todo el tiempo".
Los señores diputados del departamento buscaron ayuda del gobernador del Atlántico Verano de la Rosa para discutir un tema que es de vital trascendencia y él quedó comprometido delante del pueblo de la Guajira a hacerlo. Ratifico estar de acuerdo con la filosofía de la RAP, pero no es viable para la Guajira si no se modifica el documento de soporte técnico. Valido la frase “Minería sí, pero no así”, acuñándola a esta: “RAP sí, pero no así”.
