Quiero que sepan que hoy despertamos con la triste noticia que nuestra Uniautónoma no existe, porque el corrupto rector se robó todo, nos dejó en la calle.
Mi grado está programado para el próximo 16 de marzo, sueño por el que cientos de jóvenes hemos esperado desde hace cinco años, está embolatado, así como la plata de los profesores, la confianza de los papás y las ilusiones de más de 10 mil estudiantes.
Seré egresada de una universidad que tiene como órgano de control a corruptos y como rector a un cínico, cobarde y ladrón.
Ramsés: mientras tú duermes en tu mansión, hay padres de familia que miran cómo resuelven para la alimentación de mañana o quizás de esta noche, porque las gruesas sumas de dinero que cobras en las matrículas dejan a cualquier familia de clase media en aprietos... Valor económico que es sumamente costoso para los servicios inadecuados que manejas, porque los aires acondicionados no funcionan bien, los baños están en un estado lamentable y ni qué decir de la infraestructura que solo es una fachada. ¡La supiste hacer!
Ramsés, nunca se puede llegar a ser buen profesional si no se es buena persona. De nada sirven tus títulos en Harvard y Oxford, ni tu trabajo en Naciones Unidas, entidades que seguramente deben estar avergonzadas de ti porque no cumples con sus principios: integridad, profesionalismo y respeto a la diversidad.
Hoy, nos pisoteaste, no solamente tú, también tus cómplices. Hablas de buen trato y tú has demostrado no tener decencia ni pizca de honradez.
¿De qué te ha servido aparentar? ¿Para qué robar, si después no vas a tener? Pobre de ti y de los tuyos.
No eres íntegro, no tienes moral. No asumes tu vida con profesionalismo, por el contrario, huyes. Nunca te has ganado nada, todo lo has fragmentado, no tienes actitudes morales y éticas, no te tenemos respeto. Y el tercer principio de Naciones Unidas es respeto a la diversidad, tampoco la tienes, más puede tu narcisismo patológico que el deber ser de las leyes que regulan la justicia social.
¿Cómo has llegado a dónde has llegado? ¿Dañando y dañando? No, Ramsés... ¡Por favor! No te acepto como rector, no me identifico con tu sentido de vida, me das vergüenza.
No tienes nada de lo que pregonas, más nosotros hoy unidos porque nos cansamos de la bajeza de ti y de los tuyos, tenemos la frente en alto. Profesores, estudiantes, padres de familia, administrativos, egresados, convencidos en que nuestro cimiento en los valores morales, serán escuchados y la justicia llegará, para ti y quienes han desangrado la universidad en silencio.
Con sentimientos ambivalentes mi corazón lamenta el drama de mi alma máter, Uniautónoma.