En la mañana primero fue Darío Arizmendí, después Néstor Morales y el colofón final lo pusieron los noticieros del Mediodía de Caracol y RCN de quienes de forma complaciente, decían al aire que sabían de quien era el “Arquitecto de buena familia que supuestamente asesinó y violó” a Yuliana Samboni, una niña de 7 años que fue encontrada muerta en el apartamento de Rafael Uribe Noguera horas después que la habría secuestrado en un barrio popular en los cerros de chapinero. Pero ninguno se atrevía a pronunciar su nombre.
Rafael Uribe Noguera es miembro de una importante familia. Hijo de María Isabel Noguera de Urrutia y su papá es Rafael Uribe Rivera. Es hermano del abogado Francisco José Uribe Noguera, socio desde el 2012 de la firma Brigard & Urrutia, y quien jugó un papel importante en la estrategia para asesorar a empresas que se quedaron irregularmente con terrenos baldíos. El caso obligó a la renuncia de Luis Carlos Urrutia en la embajada en Washington quien nunca salió del círculo de amigos del presidente Santos quien lo llevó como invitado especial a la reciente visita de Estado a Washington.
Pero a pesar del silencio con lo que sería la complicidad de los grandes medios del país, las redes sociales hicieron su efecto nuevamente: permitir hacer pública la información que otros quieren callar.
Tuiteros ciudadanos y periodistas independientes revelaron que el nombre del presunto asesino es el de Rafael Uribe Noguera y algunos con información precisa como esta página (Las2orillas) revelaron su entorno social y familiar. Era claro por qué algunos medios quisieron tapar su nombre.
¿Una estrategia de defensa definida? Desde el momento en que habría cometido el crimen buscó la ayuda de su hermano quien lo llevó a la Clínica Monserrat –de tratamientos mentales- pero no fue aceptado y terminaron en la clínica Cardiovascular. Todo indicaría que buscarían que sea declarado con problemas mentales para afrontar el proceso judicial de forma más favorable.
Pero los antecedentes indican que no se trataría de un hecho aislado, producto de las drogas o de alguna enfermedad mental. Se sabe que Rafael Uribe Noguera es una persona problemática, con cambios de personalidad y que permanentemente le daba problemas a su familia. La huella en el Gimnasio Moderno y en la Universidad Javeriana habla de su extraña personalidad.