Diomedes Díaz y Rafael Orozco, dos gigantes del folclor vallenato, se conocieron cuando apenas eran unos jóvenes en una semana cultural celebrada en el Colegio Nacional Loperena de Valledupar. Se enfrentaron en escenario y a pesar del gran talento de ambos fue Rafael Orozco quien salió victorioso. Aunque la bionovela "Rafael Orozco, el ídolo" de Caracol TV deja ver una rivalidad entre los artistas esto no fue del todo cierto, en la vida real fueron grandes amigos pero en el ámbito musical eran enemigos. Rafael Orozco bautizó a Diomedes como "El Cacique de la Junta" apodo por el que sería recordado como una leyenda. "Rafa", como lo llamaban sus amistades, le ayudó a grabar a Diomedes: "Cariñito de mi vida" y "Aquel cariñito" temas lanzados en 1975, éxitos hasta la actualidad.
Sin embargo, en la tarima dejaban la amistad a un lado y se enfrentaban con el 'don de gentes' que los caracterizaba peleando por ser el número 1. Joaquín 'Joaco' Guillen, manager de Diomedes Díaz, recuerda que cuando los cantantes compartían escenario 'El Cacique' se ponía malhumorado llegando a dudar de su talento y evitando a toda costa encontrarse 'cara a cara' en el backstage con su mayor contrincante musical: Rafael Orozco. Cuando se preparaba para el concierto, Diomedes dejaba de comer y se aislaba horas en un cuarto de su casa. Lo particular era que cuando cantaba de la mano con Poncho Zuleta o Jorge Oñate pasaba todo lo contrario, les hacía conversa, se tomaban unos tragos y hasta compartían bromas.
En una ocasión, era tal el nerviosismo de Diomedes que no quería salir al escenario cuando terminó el turno de Orozco pero ante la presión del público comentó: “Yo no soy un cantante de chaqueticas y maricadas como Rafael Orozco. ¡Yo soy cantante de voz!” para reafirmarse frente a sus amigos pero que, sin duda, dejaba ver su gran ansiedad. Rosendo Romero, compositor vallenato, reveló que para Rafael Orozco la situación no era distinta, cuando se enfrentaba a Diomedes, no comía y se ponía bravo.