¡Qué pequeña resulta una banda de rock frente a su música! No sé si estaba en la intención del fotógrafo mostrar ese contraste, pero ahí tienen a Thom Yorke y Jonny Greenwood en una habitación de un estudio en Londres. No sabemos si se acaban de levantar o aún no se han acostado. No tenemos ni idea de la hora que es. Puede que las nueve de la noche y que los creadores de quizá, una de las obras maestras más significativas de los últimos tiempos: Ok Computer, no hayan salido ni a comprar el pan para el desayuno.
Tal vez se echaron la ropa encima al saltar de la cama y han estado todo el día con ella, deambulando de una a otra habitación, ateridos de pereza en esa estancia de techos altos. No debe de ser fácil, ni barato, levantar letras, acordes y melodías entre tantos metros cúbicos de aire. Tampoco alcanzar su nivel creativo e increíble talento, a lo mejor, esa chispa de creatividad era precisamente la que necesitaban hoy para ponerse en marcha, para escribir y componer lo que entre las idas y las venidas del estudio a sus casas ha estado creciendo. Creciendo como la espuma.
Y no es solo la pereza, es también el pánico. Observen la extraña actitud de las manos de Jonny, la mirada perpleja que lanza hacia el piso, la incongruencia de su peinado, o de su vestimenta. ¿De quién sería esa botella vacía que asoma por debajo del sofá? ¿De Ed O'Brien? ¿Estará deprimido? ¿Se habrá sentado a esperar la llegada de la euforia? ¿Posa tal vez? Supongamos esto último, que posa para el fotógrafo y para el futuro. Pero esa pose no se le ocurre sino al que ha sufrido su realidad.
Mírenme, nos dice Thom, así soy yo, así es como compongo algunas de las mejores canciones que has escuchado en tu vida, de instantes como este, en los que parezco cualquier persona en pantalonetas tocando una guitarra, nacieron los himnos que me inmortalizarán y con los que seguiré salvando vidas.
Una de las razones por las que siempre me ha parecido Radiohead una de las mejores bandas de la historia y la mejor actualmente es porque tienen la capacidad para envolver las mentes de quienes los escuchamos con sus letras y melodías, creando ambientes propicios para sumergirse profundamente en pensamientos que pueden ir desde la tristeza por la soledad o el recuerdo del amor pasajero, hasta el sinsentido del consumismo y la decepción por haber sido engullido por el sistema. Pese a ser tan populares, Radiohead es el secreto mejor guardado del rock alternativo. No necesito un artículo para definirlos, cuatro palabras alcanzan: Radiohead, ustedes son increíbles.