Cronómetro en mano me dispuse a contabilizar los tiempos utilizados en tres noticieros de televisión, emisión de las siete de la noche, tres canales diferentes, en Colombia. Mi intención original fue evaluar qué tan positivas, constructivas, propositivas eran las noticias o qué tan negativas presentando violencia, muerte, guerra, corrupción, narco, etcétera. Acabé añadiendo un grupo “neutro” —deporte y farándula—. Los comerciales son un segmento que ya comentaré. Dirán ustedes: ¡Descubrió el agua tibia! Es decir, es más que conocido lo que muestran estos gráficos, pero me ratifica y asombran los porcentajes obtenidos. Me da pie firme para la reflexión que quiero hacer. También tengo los datos divididos en violencia, guerra, corrupción, educación, salud, justicia, económico y otros, pero no es tenor de esta columna tan amplio análisis.
Surge la pregunta base: ¿Será que estos porcentajes reflejan la realidad de Colombia y el mundo? No, definitivamente no. De ser así, habría desaparecido la humanidad hace rato. Si hasta un 70 % de las personas estuviera dedicada a hechos de muerte, violencia y destrucción, ya no seríamos seres humanos. Si solo el 12 % al 13 % de los habitantes del planeta (como reflejan los dos primeros) hiciéramos actos positivos, no tendríamos alimento, vestido, salud, educación y bienestar como lo tenemos. El tercer ejemplo muestra por sí solo una posible realidad totalmente diferente a los dos primeros.
El problema es el clima de miedo que crean algunos noticieros. Parecieran ser divulgadores del terror, amparados bajo la premisa del derecho a informar. Ojo, también es posible sembrar el terror con palabras e imágenes. ¡No hay derecho a no ser equitativo en mostrar la realidad humana! Ocultar la verdadera dimensión de la creatividad del ser humano, de su amabilidad, de su tesón y dedicación al trabajo por los demás, es inadmisible. Balancear es el propósito.
¿Qué sucede con la parte comercial? Es la antítesis de las noticias. Las “propagandas” te venden dicha, alegría, salud, oportunidades, obvio, si compras sus productos. (No hay una sola de carácter negativo). Qué paradoja que te vendan solo bienestar mientras te muestran malestar a raudales. Y que te tengan hasta más de 20 minutos de una hora de emisión en ello. Excepto noticiero 3 que son menos de 5 minutos.
Terminan los noticieros con deporte y farándula como dándonos contentillo para olvidar, si fuera posible, lo anterior. Dicen los neurólogos que en el cerebro queda la última imagen vista como la más recordada, pero ello no es sino un velo a aquellas que quedan bien grabadas porque despertaron emociones negativas profundas, de las que paralizan. Así es posible que nos quieran tener los dueños del poder, paralizados, sin pensar, sin actuar.
¿Qué hacemos los ciudadanos comunes y corrientes “comprando” dichas noticias al sentarnos al televisor? ¿Cuál es nuestra responsabilidad? Pues ayudamos a mantener un clima negativo.
Perpetuamos violencia al verla una y otra vez reflejando la que existe en nuestro interior. Porque vemos y oímos violencia, cuando violencia existe en nosotros. Sanar al interior de cada quien conduce a la paz exterior. Sea esta una reflexión para sanar el odio, la rabia, el miedo que cada cual lleva por dentro. El remedio: la gratitud, que ya será parte de otra columna.
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