El tercer hombre más rico de Colombia eligió al delantero. Y el delantero aceptó. La noticia se deslizó en los portales económicos y en los deportivos: Luis Carlos Sarmiento Angulo, dueño de un imperio financiero, que desde hace un año maneja su hijo Luis Carlos Sarmiento Gutierrez, contrató a Radamel Falcao García, el Tigre, para ser la imagen de su nuevo producto financiero: TAG Aval. Un movimiento calculado, estratégico y quirúrgico.
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La escena no tiene misterios. Es un acuerdo entre el poder y la gloria. TAG Aval, el sistema de pagos digitales del Grupo Aval, quiere más usuarios y necesitan un rostro que inspire confianza, y que venda sin abrir la boca. ¿Quién mejor que Falcao? Un nombre que pesa tanto en las calles de Bogotá como en los barrios de Santa Marta.
Hay algo poético en el nuevo fichaje del banquero y su equipo, liderado por la presidenta del grupo, María Lorena Gutiérrez: un goleador que sabe de obstáculos y barreras hablando de eliminarlas a la hora de mover plata de un lado a otro. Los de Aval saben que Falcao vende sueños. Y también saben que los sueños, bien administrados, son grandes negocios.
A la historia le faltan números. El precio de Radamel es alto, pero Sarmiento Angulo no gasta un peso sin la certeza de recuperar muchos más. Con su Grupo Aval controla el 30% del sector financiero colombiano. Si puso su billetera sobre la mesa para fichar a Falcao, es porque la jugada ya estaba ganada. Aval ya reportó 8,5 millones de TAG activos y con el Tigre rugiendo en las diferentes plataformas de publicidad, el número solo puede crecer y crecer.
Falcao, actualmente jugador de Millonarios, el equipo de sus amores, si lo quisiera, ya no necesita anotar goles. Su sola imagen vende lo suficiente. Él lo sabe. También lo sabe el banco. La publicidad lo pondrá en vallas, saldrá en comerciales, e inundarán las redes sociales.
No hay sorpresas en esta historia. Solo un jugoso contrato firmado, un negocio redondo y una estrategia perfecta. Con el TAG Aval el dinero se va a mover más fácil y Falcao, ahí mostrando que sin estar en la cancha también se anota grandes golazos.
