Andrea Cortes hizo historia hace unos meses al ser la primera agente trans que tuvo la policia colombiana entre sus filas. Sin embargo, el pasado lunes 4 de octubre, la patrullera fue destituida de la institución por once años. Los argumentos que dio la institución fueron los siguientes: "Cometió una falta gravísima, se destituyó por apropiarse de pertenencia de particular en beneficio propio".
La policía se refiere a un posible hurto en una farmacia en donde presuntamente en un video se ve como se roba un unguento. "Se identifica que la funcionaria de la Policía (la patrullera Cortés), en un descuido de la señora (la regente de la farmacia), toma la crema del contorno de ojos y la mete en una bolsa (...) y se retira sin pagarla". Las pastillas costaban 13 mil pesos, el unguento 10 mil. Las cremas para los ojos costaban 131 mil pesos.
El abogado de la patrullera, Ellis William Reinel Vásquez, señaló que todo esto son mentiras y que detrás existe una persecusión racista y homófoba. "Fueron transfóbicos, homofóbicos y racistas al haber violado los derechos fundamentales de Andrea Cortés”. La polémica apenas empieza.