Los primeros que hablaron fue la propia congregación de las carmelitas quienes afirmaron que la monja que se hizo famosa por su histérico grito de apoyo al expresidente el día que la Corte lo citó a indagatoria, no pertenecía a su congregación como ella misma afirmaba. Ahora son los propios vecinos del barrio Manrique, en plena Comuna 3, quienes le afirmaron al diario El Tiempo que la mujer se viste con ropa de religiosa para obtener fruta y carne, que da la gente de limosna en los mercados en la ciudad. Después de que los tiene se los lleva a otro barrio de la ciudad donde los vende a cinco mil pesos. Significa que manipulaba a partir de su vestimenta y a eso se ha dedicado en los últimos siete años. A veces, según vecinos, ha llegado a vender 100 mercados en un solo día.
Lo peor es lo que dicen de su racismo. La gente se queja de que la falsa monja trata muy mal a los vecinos, sobre todo los que son negros. Ha dicho que quiere que toda la Comuna 3, donde está su barrio, esté limpio de gente del Chocó y de negros de cualquier región del país. Además ha tenido muchas peleas con sus vecinos e incluso ha llegado a amenazar de muerte a algunos de sus vecinos ““Yo te hago 'quebrar' o yo te hago 'pelar' a tu hijo” son frases que ha dicho más de una vez.
Nadie sabe quien financió su viaje a Bogotá a apoyar a Uribe, según ella fue una doctora quien pagó su viaje.