Super, Quala, Colombina y otras grandes empresas de productos alimenticios han sido las artífices de los dulces más deliciosos y provocativos en la historia de Colombia. Apostando por una publicidad innovadora y graciosa, supieron atraer a los jóvenes desde el primer momento y lograron que sus productos se convirtieran en casi un patrimonio nacional.
Los dulces más queridos por los colombianos
Motitas
En la fábrica Cadbury, ubicada en Cali, se crearon los chicles más famosos de Colombia en la década de los 90s. La goma de mascar Motitas fue lanzada en 1986 y desde el primer momento fue un éxito. La promesa de poder crear bombas de chicle gigantes fue lo que cautivó a los niños y jóvenes, quienes por más de 30 años pudieron disfrutar del sabor de Motitas. La marca fue retirada del mercado en 2012.
Chupiplum
La chupeta más famosa de la marca Quala fue lanzada en el año 2001. Revolucionó el mercado de bombones con su empaque completo y las características calcomanías que tenía en su interior, que se podían colocar en la piel como una especie de tatuaje. Su canción promocional “chupiplum, tu chupeta chicle” es uno de los jingles más recordados del país. Fue retirada del mercado.
Frunas
Este caramelo blando de la empresa Aldor, ha estado en el mercado nacional durante 80 años. Su primera aparición fue en 1941, cuando el alemán Emilio Stern creó la fórmula y se la vendió a las empresas Noel. Sus diferentes sabores y su curiosa forma masticable lo han convertido en el dulce colombiano por excelencia. En 2012, Aldor se volvió dueño de la marca.
Supercoco
En 1948, el arabe Federico Peters decidió crear la empresa Superman en Manizales, que luego sería conocida como Super. Su producto insignia fue el supercoco, que creó a partir de una receta familiar y que se convirtió en una de las golosinas más famosas de nuestro país. 73 años después sigue vigente e incluso ha conquistado mercados internacionales.
Quipitos
Con su slogan “¿Oye, sabes a qué sabe quipitos?” logró convertirse en una de las marcas más queridas por los niños en la década de los 90s. Fue creado en 1983 por la empresa Quala, que era experta en hacer productos en polvo. Su sabor a base de leche en polvo azucarada generaba una explosion en la boca, literalmente, y aunque fue descontinuado iniciando siglo, en 2014 volvió por todo lo alto a las tiendas colombianas.
