En Cartagena desde hace varias décadas las mismas familias de siempre se han apoderado de la ciudad. Ellos realmente toman las decisiones más importantes, rigen el destino, el presupuesto, colocan los políticos, etc. Es un estilo de magia ciega y muchos no comprenden el desastre que eso ha significado para la ciudad. Estos dos caballos son los actuales competidores que se han lanzado como representantes de las mismas casas politiqueras, financistas y contratistas.
Recordemos que Quinto Guerra y Andrés Betancourt fueron concejales de la ciudad de Cartagena por el Partido Conservador, ambos viejos conocidos y apoyados por el clan Blel, que actualmente reeligió a su senadora Nadia Blel. Estos mismos apoyaron la candidatura de Óscar Iván Zuluaga, candidato del uribismo, investigado por el ingreso de dinero a su campaña por el famoso caso de Odebrecht en las pasadas elecciones presidenciales 2014.
Las casas politiqueras se la van a jugar toda en estas elecciones atípicas porque son $9 billones de pesos que se van a invertir entre concesiones, negocios multimillonarios y contratos de 30 años. Toda una torta completa que debe ser diseñada, aprobada e inicialmente ejecutada en el próximo gobierno durante sus 19 meses de mandato.
"El desprestigiado y poderoso clan, que lideran los exsenadores de La U Juan José ‘Juancho’ García Romero (condenado por corrupción) y su esposa, Piedad Zuccardi (en juicio por parapolítica), tiene un pie en la campaña del conservador Quinto Guerra y otro en la del aspirante de la ASI, Andrés Betancourt" (Juan Pablo Pérez, El juego doble de los García a la Alcaldía de Cartagena).
Hasta finales de enero del 2018 el senador liberal Lidio García, padrino político del actual gobernador Dumek Turbay, había respaldado la candidatura de Andrés Betancourt, sin embargo, actualmente su apoyo es al candidato Quinto Guerra.
En la campaña de Andrés Betancourt tienen a unos conocidos y viejos aliados suyos: los hermanos Féliz. Este grupo político está liderado por el exdiputado y actual secretario del Interior de la Gobernación de Bolívar, Carlos Féliz, y durante muchos años han militado en el grupo de Juancho García. Lo que configura unas ecuaciones peligrosas para el futuro de la ciudad.
La decisión está en las manos de los cartageneros: si quieren cambio o quieren seguir en lo mismo. Aproximadamente 300 mil personas se encuentran en condición de pobreza, lo que demuestra el fracaso de la ciudad en todos sus niveles de desarrollo social y lo que implica que llegue al Palacio de la Aduana el próximo alcalde el día 6 de mayo, una persona transparente que nunca haya hecho parte de las mafias politiqueras, que no compre ni un voto y que no pague ni ofrezca OPS por votos.