“nosotros los indios somos la riqueza de la Nación
y la vida de las ciudades y pueblos”
Quintín Lame. Luz indígena en Colombia.
Manuel Quintín Lame Chantre no fue ningún guerrillero, más bien fue un profeta de la resistencia, porque se le adelantó a la Constitución de 1991 reconociendo el valor cultural que tenemos las comunidades indígenas en Colombia, ya el líder indígena Manuel Quintín Lame había reconocido a inicios del siglo XX la importancia de esa sangre indígena y sus saberes ancestrales; es más, había pronosticado la importancia y creación de ese poder político organizativo que se materializó en 1971 en la consolidación del CRIC (Consejo Regional Indígena del Cauca). Sus luchas por la reivindicación de las comunidades indígenas en el Cauca preocuparon tanto a la aristocracia y clase política tradicional del Cauca, que por eso fue objeto de persecución. Ahora bien; una cosa fue el Movimiento Armado Quintín Lame a finales de 1970 por parte de algunas comunidades indígenas, y otra muy distinta las ideas, la resistencia, y la pasión que sigue despertando la imagen de Manuel Quintín Lame como un merovingio del movimiento indígena iniciando el siglo XX; por eso vamos por partes, para entender mejor como un indígena autodidacta aprendió a leer para reivindicar los derechos de los pueblos indígenas no solamente en el Cauca sino a nivel nacional.
Manuel Quintín Lame nació el 26 de octubre del año 1880 en lo que es hoy el resguardo de Polindara del municipio de Totoró, su padre era de origen nasa y su mamá era del resguardo Polindara y muere en Ortega en el departamento del Tolima el 7 de Octubre de 1967. Es decir muere más o menos 4 años antes de la creación del CRIC, pero que los primeros siete puntos de la plataforma de lucha del CRIC, han sido los mismos por los que se rebeló no solamente Manuel Quintín Lame, sino también el resto de los indígenas en el departamento del Cauca.
Hay que entender que hay dos Quintín Lames, en la historia de Colombia, el primero es el que se rebeló en el Cauca en la primera década del siglo XX, entre 1912 y 1916 conocido como la “Quintiada” alzamiento popular con el objetivo de tomarse el pueblo de Inzá, sin la necesidad de armas de fuego, pero que preocupó a esa clase política dirigente que se sintió amenazada por ser sólo un levantamiento popular armado solamente con piedras y palos. Estos hechos evidenciaron dos cosas, la primera: que las comunidades indígenas seguimos perviviendo en el tiempo y el espacio. Segundo: que esa clase política tradicional, excluyente y racista no iba a permitir que ningún líder indígena movilizara y amenazara la perpetuación de ese poder establecido por la aristocracia caucana. Debido e ese accionar, fue objeto de persecuciones que lo llevaron a la cárcel a cumplir una pena de por lo menos 18 años en el encierro por estar en contra del terraje, esos enfrentamientos con la institucionalidad y los terratenientes del país forjaron en Manuel Quintín Lame, a que se dedicara a leer leyes que de alguna manera defendiera los derechos de las comunidades indígenas como la Ley 89 de 1890, y que le dieron la fama de Doctor y defensor de las comunidades, y por eso el mismo escribió: “La jurisprudencia que yo aprendí fue enseñada allá en esos campos de lucha”, al caminar la palabra aprendió que los buenos abogados se forjan es en el terreno con el pueblo, y no en la oficinas como piensan muchos.
El segundo Quintín Lame, es que debido a esas persecuciones, humillaciones y encierros le tocó que irse del departamento del Cauca, y pasar sus últimos días de vida en Ortega Tolima, pero que en sus noches de aislamiento y soledad dejo muchos escritos y memoriales, como por ejemplo: “Luz indígena en Colombia”, “Las luchas del indio que bajó de la montaña al valle de la civilización” “En defensa de mi raza” y “Los pensamientos del indio que se educó dentro de las selvas Colombianas”. Llama la atención que Quintín Lame como la mayoría de los indígenas en el Cauca, nunca pudo ir a la escuela, en su caso porque el mismo padre se la negó, pero que contó con la ayuda de su tío Leonardo Chantre que empezó a visitar su casa, y que llevaba en su mochila periódicos viejos y que le leía al joven Quintín, incluso que cada letra se la escribió en el suelo ayudado por una vara, fue es esas situaciones precarias pero que con amor, Manuel Quintín Lame aprendió sus primeras vocales y entendió la importancia de la educación.
Puede ser que Manuel Quintín Lame Chantre no hay pertenecido a un resguardo especifico, porque fue terrajero, pero esa condición de haber trabajado la tierra de un hacendado no fue ningún impedimento, más bien le dio fortalezas para que se haya convertido en el profeta del movimiento indígena; no obstante, también era un ser humano, y como tal cometió errores, debido a que fue víctima del contexto de país. Por ejemplo su familia y él eran partidarios del partido Conservador, esta situación hizo que su propia familia tuviera enemigos, hasta el punto que en medio de esa guerra civil no declarada entre Liberales y Conservadores, fuera asesinado a machetazos su hermano Feliciano, le violaron a su hermana Licenia; esa situación puede haber sido lo que lo haya motivado a prestar servicio militar en la guerra de los Mil días a favor de un gobierno conservador. Por eso al final de sus años, se dio cuenta que esas maquinarias políticas lo que hacían era manipular al pueblo con sus promesas estériles, solamente para perpetuarse en el poder, por eso cuando le preguntaban si era del partido Conservador o Liberal, sagazmente respondía: “Hoy no tengo opiniones políticas, ningún indígena puede tenerlas, ahora la bandera ni es roja ni azul: es blanca, muy blanca, como debe ser la justicia y como es la paz”.
Manuel Quintín Lame aprendió con sangre y dolor que el Estado y sus elites que se benefician de ese Leviatán, solo les interesa sus interese personales, y no dudarían en sacrificar el pueblo para lograrlo, por eso también Quintín Lame fue crítico de ese sistema económico capitalista (columna vertebral de la institucionalidad); porque individualiza a la sociedad y considera a la madre tierra como un simple objeto que deba ser explotado sin medir las consecuencias, recordemos que Quintín Lame no solamente defendía a las comunidades, sino también a la misma naturaleza, simplemente porque fue su principal escuela, ratificándolo siempre en sus escritos: “Por esta razón yo también debo hablar como lo hago de los claustros donde me educó la Naturaleza; ese colegio de mi educación”.
El objetivo de este artículo, es investigar sobre la vida y obra del que es considerado como un profeta del movimiento indígena, y como lo señala el proyecto de Ley Manuel Quintín Lame del 2017, del ex senador Marcos Avirama, es que se realice lo que dice el Artículo 1: La nación de Colombia honra la memoria del pensador, activista y líder indígena MANUEL QUINTIN LAME CHANTRE y exalta su trayectoria de vida como ejemplo de dignidad y tenacidad, así como su valiosa contribución al carácter pluriétnico y multicultural de la nación, declarando el 26 de octubre como Día de la diversidad étnica y cultural Manuel Quintín Lame.
*Politólogo de la Universidad del Cauca nacido en el resguardo Kokonuko.