Luego del triunfo de River Plate en el Santiago Bernabéu, los periodistas entrevistaron a la madre del jugador, quien con cierta amargura dijo que con ese gol le había callado la boca a aquellos que hablaron mal de mi hijo. El caso es que en Colombia ignorábamos que un periodista maltrataba a su muchacho en Buenos Aires.
JFQ llegó a la Argentina lleno de ilusiones a jugar con el River Plate, pero un prepotente comentarista, Pablo Carrazo, se encargó de hacerle un amarga bienvenida con una andanada de venenosos tuits.
El 23 de enero de este año, este señor escribió esta perla: JFQ es un reguetonero que vivía en Medellin a media cuadra de Maluma,y está más gordo que yo (lo cual es falso, pues el cantante nunca vivió en la comuna 13).
Unos meses meses más tarde, un 27 de abril, la misma víbora le lanzó este dardo envenenado: JFQ nunca ha jugado más de 30 minutos y hace un tiempo estuvo tentado a dejar el fútbol para dedicarse al reguetón.
Desde entonces no ha parado de insultarlo: que tiene motor pequeño, que su estilo de juego no se adaptaría a ningún gran equipo europeo y que está en la banca hace 6 meses.
Para Juan Fernando Quintero, un muchacho nacido un 18 de enero de 1993, en la Comuna 13 de Medellin, la vida no ha sido fácil. En este barrio, el solo hecho de llegar vivo a los 15 años ya es en sí toda una proeza.
Él se inició en el Envigado en el 2009, luego jugó durante un año en el Nacional, en el Pescara de Italia y en el Stade Rennais de Francia. Luego pasó dos años en el Medellín y actualmente juega en el River Plate. Toda una vida deportiva de éxitos y uno que otro altibajo.
¿Su mayor proeza antes del gol en Madrid? Ser el primer jugador que en un mundial cobra un tiro libre y lo mete por debajo de la barrera. ¿Qué más quiere Carrazo? ¿Que JFQ es gordo? Valenciano y Maradona lo eran. ¿Que es chiquito? Messi lo es. La gordura, la flacura, el color de piel, la nacionalidado o la estatura nunca han sido impedimentos para jugar buen fútbol.
Por ahora lo único que nos ha demostrado Carrazo son dos cosas: que de fútbol sabe poco y que por sus venas solo navegan escorpiones.
